martes, 23 de agosto de 2022

Un viejo medicamento ayuda a superar la calvicie, según especialistas

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com

Por: Gina Kolata escribe sobre ciencia y medicina. Ha sido dos veces finalista del Premio Pulitzer y es autora de seis libros, incluyendo Mercies in Disguise: A Story of Hope, a Family’s Genetic Destiny, and The Science That Saved Them. @ginakolataFacebook

 

Los anuncios están por todas partes, al igual que las afirmaciones exageradas: hay champús y tratamientos especiales, a veces de miles de dólares, que hacen que te crezca el cabello; sin embargo, muchos dermatólogos especializados en la caída del pelo afirman que la mayoría de estos productos no funcionan.

“Hay un sinfín de remedios inútiles para el crecimiento del cabello”, a menudo con un “costo considerable”, dijo Brett King, dermatólogo de la Facultad de Medicina de Yale, pero, añadió, “como la gente está desesperada, estos remedios para el crecimiento del pelo siguen abundando”.

No obstante, según él y otros dermatólogos, existe un tratamiento barato que cuesta unos centavos al día y que restaura el cabello en muchos pacientes. Se trata del minoxidil, un fármaco antiguo y bien conocido para el tratamiento de la caída del cabello que se utiliza de manera muy diferente. En lugar de aplicarlo directamente en el cuero cabelludo, se receta en pastillas de una dosis muy baja.

Aunque un grupo cada vez mayor de dermatólogos ofrece pastillas de minoxidil en dosis bajas, el tratamiento sigue siendo relativamente desconocido para la mayoría de los pacientes y muchos médicos. No ha sido aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) para este fin, por lo que se receta fuera de lo indicado en su ficha técnica, una práctica habitual en el sector de la dermatología.

“Yo nos autonombro los bandidos de productos no aprobados, un título que me enorgullece usar”, dijo Adam Friedman, profesor y presidente de dermatología de la Universidad George Washington. Explicó que los dermatólogos han sido capacitados para entender cómo funcionan los medicamentos, lo que les permite probar fármacos no aprobados. A menudo, en la dermatología queda claro si un tratamiento está funcionando: ¿se desvanece la erupción o no?

Robert Swerlick, profesor y director del departamento de dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, estuvo de acuerdo.

“Yo le digo a la gente que la mayoría de lo que recetamos está fuera de lo indicado porque ese uso no se establece en la etiqueta”, dijo. Swerlick ofreció una larga lista de enfermedades, como los trastornos de la pigmentación cutánea, los trastornos inflamatorios de la piel y el picor incesante, para los que los tratamientos estándar no están aprobados según su ficha técnica.

El minoxidil, ingrediente activo de Rogaine, una loción o espuma que se frota sobre el cuero cabelludo, fue aprobado por primera vez para los hombres en 1988, luego para las mujeres en 1992, y ahora es genérico. El uso del medicamento como tratamiento para el crecimiento del cabello se descubrió por accidente hace décadas. Las pastillas de minoxidil en dosis altas se utilizaban para tratar la hipertensión arterial, pero los pacientes solían notar que las píldoras provocaban el crecimiento del vello en todo el cuerpo. Así que su fabricante desarrolló una loción de minoxidil (que terminó llamándose Rogaine) y consiguió que se aprobara para hacer crecer el pelo en las cabezas con calvicie.

No obstante, los dermatólogos afirman que la loción o espuma no es muy eficaz para algunos pacientes, quizá porque dejan de aplicarla. Tiene que llegar al cuero cabelludo en sí y el pelo interfiere. Muchas personas, en especial las mujeres, dejan de usarlo porque no les gusta dejar la sustancia pegajosa en el cabello.

Johnson and Johnson, la empresa propietaria actual de Rogaine, no respondió a las solicitudes de comentarios.

Otros consideran que simplemente no les funciona. El minoxidil tiene que ser convertido en una forma activa por las enzimas sulfotransferasas, que pueden o no estar presentes en cantidades suficientes en las raíces del cabello. Cuando el fármaco se toma por vía oral, adopta en automático una forma activa.

Sin embargo, esa no fue la razón por la que se descubrieron las píldoras de dosis reducida, sino que el descubrimiento se produjo también por accidente hace 20 años.

Rodney Sinclair, profesor de dermatología de la Universidad de Melbourne, Australia, tenía una paciente con alopecia de patrón femenino. El pelo de la parte superior de su cabeza se había adelgazado y ella odiaba su aspecto. A diferencia de lo que ocurría con la mayoría de sus pacientes, el Rogaine le funcionó, pero desarrolló una erupción alérgica en el cuero cabelludo a causa del medicamento; sin embargo, si dejaba de tomarlo, su cabello se volvía a adelgazar.

“Así que estaba en un dilema”, dijo Sinclair. “La paciente estaba muy motivada, y lo único que sabíamos era que, si un paciente es alérgico a un medicamento de aplicación tópica, una manera de desensibilizarlo es darle dosis muy bajas por vía oral”.

Para hacerlo, Sinclair probó cortar las pastillas de minoxidil en cuartos. Para su sorpresa, la dosis baja hizo que le creciera el pelo, pero no afectó a su presión arterial, que es el objetivo original del fármaco en dosis más altas.

Posteriormente, redujo la dosis cada vez más hasta llegar a dosis efectivas de una cuadragésima parte de una píldora y empezó a recetar el fármaco de manera rutinaria. Esa primera paciente aún lo toma.

En una reunión celebrada en Miami en 2015, Sinclair informó que las dosis bajas de minoxidil provocaron el crecimiento del cabello en 100 mujeres, que fueron casos consecutivos.

Sinclair publicó esos resultados en 2017, donde señaló que se necesitaban estudios rigurosos en los que a algunos pacientes se les recetara al azar tomar minoxidil y a otros una píldora de azúcar, pero eso no ha ocurrido. Dijo que hasta el momento ha tratado a más de 10.000 pacientes.

En fechas recientes, un número cada vez mayor de dermatólogos especializados en la caída del cabello han estado recetando las píldoras de dosis reducida a pacientes con pérdida de cabello de patrón masculino y femenino, algo normal que ocurre al envejecer.

“La popularidad está empezando a aumentar”, señaló Crystal Aguh, dermatóloga de la Facultad de Medicina Johns Hopkins. “En los congresos, compartimos nuestras historias de éxito cada vez con más frecuencia”.

Los médicos que no se especializan en la caída del cabello, añadió, “no estarían familiarizados con el minoxidil oral”, excepto como un tratamiento que se usa con muy poca frecuencia para tratar la hipertensión y que viene con una advertencia de que puede ocasionar problemas cardíacos. Según ella y otros especialistas, la advertencia es para dosis mucho más altas.

Si la pérdida del cabello es severa, el minoxidil no servirá de nada, afirmó Aguh. “Por ejemplo, no funcionará si un hombre es mayormente calvo, con un cuero cabelludo brillante. No hay nada que restaurar”. Añadió que el paciente ideal no es calvo por completo, pero ha perdido suficiente cabello para que incluso un observador casual lo note.

No obstante, sin un ensayo riguroso que conduzca a la aprobación de la FDA, el uso de las píldoras de minoxidil para la caída del cabello sigue sin estar autorizado para ese uso, y, según los dermatólogos, es probable que siga siendo así.

“El minoxidil oral cuesta unos centavos al día”, dijo King. “No hay ninguna motivación para gastar decenas de millones de dólares para probarlo en un ensayo clínico. En realidad, ese estudio no se va a hacer nunca”.

Algunos pacientes que toman bajas dosis de minoxidil, sin embargo, notan que les crecen pelos sueltos en el rostro y el mentón. Por lo tanto, algunos dermatólogos, entre ellos Sinclair, han añadido otro fármaco — la espironolactona en muy bajas dosis, otro medicamento para la presión arterial que también inhibe ciertas hormonas sexuales llamadas andrógenos— para evitar el crecimiento de vello no deseado.

Los pacientes que no desean seguir la ruta fuera de lo indicado por la etiqueta se quedan con lo que algunos dermatólogos dicen que son remedios de venta libre inútiles o con uno de los dos productos aprobados por la FDA para el crecimiento del cabello.

Estos dos productos son Rogaine y finasterida, un medicamento genérico que se usa en dosis más altas en hombres para tratar el agrandamiento benigno de la próstata. Como medicamento para la caída del cabello, está aprobado solo para hombres. También se ha relacionado con la disfunción sexual.

Luego existe el boca a boca sobre el minoxidil en pastilla.

“He visto milagros”, dijo Aguh.

Uno de ellos fue con Brandy Gray, quien tiene 44 años y vive en Monkton, Maryland.

“Con el tiempo he ido perdiendo el pelo”, dijo. “Luego empiezo a tener huecos circulares”, sin pelo. “Se fueron poniendo peor y peor”.

Había consultado con otro dermatólogo que le daba champús y suplementos, sin éxito. Finalmente, cuenta que su dermatólogo le dijo: “Ya no hay nada que puedo intentar para ti, no puedo hacer nada más”.

Acudió con Aguh, quien le recetó el minoxidil en dosis bajas. Diez meses después, su cabellera era gruesa y abundante.

“Puedo peinar mi cabello de distintas maneras”, dijo. “Ya no uso pelucas”.

Es como si nunca hubiera experimentado esa pérdida del cabello.

 

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