sábado, 25 de noviembre de 2023

Video: ¿Cómo descansan los ciclistas profesionales fuera de la temporada? | GCN en Español

 

 

¿Cómo descansan los ciclistas profesionales fuera de la temporada? | GCN en Español Show 278 Noviembre, mes de descanso, sin competiciones. Se supone que es el momento en que los ciclistas toman un descanso del entrenamiento y tienen la oportunidad de relajarse antes de que comience la preparación para la próxima temporada. Pues parece que ahora eso ha cambiado: maratones, escalando montañas o pescando, los ciclistas profesionales encuentran todo tipo de formas de entretenerse fuera de la bicicleta durante estos meses sin competiciones de carretera. En este show hablaremos de ello.

Fuente: GCN en Español

 

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viernes, 24 de noviembre de 2023

¿Los suplementos son buenos para la salud?

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com/

 

P: ¿Existen pruebas de que algunos suplementos son buenos para la salud?

En los últimos 30 años, la industria estadounidense de los suplementos alimenticios ha tenido un gran auge y, de acuerdo con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés), aumentó de 4000 productos en 1994 a más de 95.000 que hay en el mercado actualmente. Estas cápsulas, polvos, gomitas e infusiones casi siempre tienen rótulos —aunque ambiguos— del tipo “ayuda al sistema inmunitario” o “mejora la función cerebral”.

Pero no se han hecho pruebas rigurosas ni de seguridad ni de eficacia en la mayoría de los suplementos, señaló JoAnn Manson, profesora de Medicina en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

Además, añadió Manson, es común que cuando los investigadores les hacen pruebas no obtengan los beneficios para la salud que se esperaban, y en ocasiones incluso hallaron algunos riesgos.

Sin embargo, afirmó la profesora, hay casos en los que tomar algún suplemento puede mejorar nuestra salud. Estos son algunos de los más importantes.

Para tratar o prevenir la deficiencia de algún nutriente

Si un análisis de sangre revela que a nuestro cuerpo le falta alguna vitamina o mineral en particular, como vitamina D o hierro, los suplementos pueden ser “indispensables” para corregir esa deficiencia, comentó Pieter Cohen, médico internista de Cambridge Health Alliance, en Somerville, Massachusetts.

Las personas que llevan una dieta vegana o padecen la enfermedad llamada anemia perniciosa tienen un alto riesgo de tener deficiencia de vitamina B12 y quizás les beneficie tomar un suplemento. Asimismo, de acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría, los bebés que se alimentan con leche materna deben recibir suplementos de vitamina D y hierro.

Según Cohen, si tenemos dificultades para absorber los nutrientes de los alimentos, cosa que puede ocurrir después de algún procedimiento bariátrico, o si padecemos algún trastorno como la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa puede ser aconsejable consumir algún suplemento.

Para tratar o prevenir la deficiencia de algún nutriente

Si un análisis de sangre revela que a nuestro cuerpo le falta alguna vitamina o mineral en particular, como vitamina D o hierro, los suplementos pueden ser “indispensables” para corregir esa deficiencia, comentó Pieter Cohen, médico internista de Cambridge Health Alliance, en Somerville, Massachusetts.

Las personas que llevan una dieta vegana o padecen la enfermedad llamada anemia perniciosa tienen un alto riesgo de tener deficiencia de vitamina B12 y quizás les beneficie tomar un suplemento. Asimismo, de acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría, los bebés que se alimentan con leche materna deben recibir suplementos de vitamina D y hierro.

Según Cohen, si tenemos dificultades para absorber los nutrientes de los alimentos, cosa que puede ocurrir después de algún procedimiento bariátrico, o si padecemos algún trastorno como la enfermedad celíaca, la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa puede ser aconsejable consumir algún suplemento.

Si eres una persona de mediana edad o adulto mayor

Casi todos los adultos mayores se nutren lo suficientemente bien con sus alimentos, pero a medida que envejecemos, aumentan los requerimientos de algunos nutrientes al mismo tiempo que quizás disminuya nuestro apetito y nuestra capacidad para absorberlos, así que es probable que el médico recomiende algún suplemento. Es posible que los adultos mayores tengan problemas para absorber la vitamina B12, por ejemplo, y quizás necesitemos un suplemento de calcio y vitamina D si estamos en riesgo de perder densidad ósea, dijo Manson.

Según las investigaciones, hay indicios de que algunos otros suplementos pueden ayudar a prevenir ciertos problemas de salud. En un estudio de 2019 en adultos de 50 años o más, Manson y sus colegas descubrieron que entre los participantes que pocas veces o nunca comían pescados grasos, quienes consumieron un suplemento de ácidos grasos ricos en omega 3 tuvieron menos episodios cardiovasculares, como infartos o accidentes cerebrovasculares, que quienes tomaron un placebo. Quienes tomaron vitamina D también tuvieron menos probabilidades de desarrollar enfermedades autoinmunes, como artritis reumatoide y psoriasis.

Manson explicó que varias pruebas recientes también revelaron que los multivitamínicos pueden mejorar la memoria y ralentizar el deterioro cognitivo en adultos mayores, aunque aún se tiene que hacer más investigación.

También hay evidencia de que tomar un suplemento que contenga vitamina C y E, zinc, cobre, luteína y zeaxantina (llamado suplemento AREDS, por su sigla en inglés) puede frenar la pérdida de visión en las personas que sufren una degeneración de la mácula relacionada con la edad, comentó Manson.

En todos los demás casos, hay que tener cuidado

El solo hecho de que algún suplemento contenga un nutriente o algún otro compuesto natural no quiere decir que sea seguro, sobre todo si contiene cantidades mucho mayores de las que encontraríamos en los alimentos, advirtió Manson. Y en algunos casos, incluso pueden ser perjudiciales.

Por ejemplo, en la década de 1990, los investigadores esperaban que los suplementos con antioxidantes como el betacaroteno y la vitamina E previnieran el cáncer o las enfermedades cardiacas. Pero cuando se probaron en ensayos grandes, descubrieron que el betacaroteno aumentaba el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón en algunas personas, señaló Wong, y que la vitamina E aumentaba los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos en los varones, añadió Manson.

Se sabe poco acerca de los riesgos, beneficios o las dosis adecuadas de muchos suplementos, comentó Mahtab Jafari, profesora de Ciencias Farmacéuticas en la Universidad de California, campus Irvine.

Además, lo que dice en el empaque tal vez también sea diferente de lo que hay dentro del producto, señaló Cohen. Por ejemplo, se ha descubierto que muchos suplementos que se usan en los deportes y para bajar de peso están adulterados con sustancias químicas o medicamentos ocultos.

Al comprar suplementos en Estados Unidos, hay que buscar el sello de certificación de alguna organización confiable, como la Farmacopea de Estados Unidos (U.S. Pharmacopeia) o la NSF, las cuales verifican que los productos contienen los ingredientes que dice en la etiqueta.

Debido a que los suplementos pueden interactuar con ciertos fármacos, siempre hay que consultar al médico antes de tomar alguno, explicó Jafari. Por ejemplo, la vitamina K puede interactuar con los medicamentos para diluir la sangre, y la hierba de San Juan puede interferir con los antidepresivos y los anticonceptivos.

Finalmente, de acuerdo con Manson, no debemos esperar que los suplementos sustituyan a una buena alimentación y a la actividad física.

“No existe ninguna píldora mágica que garantice una buena salud”, dijo.

 

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jueves, 23 de noviembre de 2023

Meme 23/11: En diciembre

 


 

 

Podcast El Maillot: Hall of Fame Giro de Italia #7 - Ercole Baldini

 

 

La historia del Giro d'Italia y las leyendas del ciclismo siguen el mismo hilo conductor. La Corsa Rosa se ha convertido en la joya que conocemos gracias a las hazañas de grandes campeones y todos ellos han llegado a serlo por las proezas que han realizado en una prueba tan excepcional como el Giro. En este serial, repasaremos la vida profesional de aquellos ciclistas que ya tienen un sitio asegurado en el 'Hall of Fame' de la ronda italiana merced a los éxitos logrados en la carretera. Es el turno de uno de los ciclistas que sufrió el peso de la historia y la influencia de uno de los 'Campeonissimi' italianos como Fausto Coppi, retirado poco antes de su irrupción. Hablamos de Ercole Baldini, ganador del Giro de 1958 y uno de los pocos que lograron reunir en su palmarés el triunfo en la 'Corsa Rosa' junto al oro olímpico y mundialista. En este podcast, repasamos su peculiar historia y desvelamos el porqué de su bajón de rendimiento. Dirección llevada a cabo por Juan Clavijo. Comentarios de Miguel Triviño.

Fuente: El Maillot   

 

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jueves, 16 de noviembre de 2023

La vergüenza de caernos

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com

Por: Dani Shapiro, autora de 11 libros, es presentadora del pódcast Family Secrets. Su novela más reciente se titula Signal Fires.

 

La mañana siguiente a mi caída, me quedé en la cama pensando en los daños que podría haber sufrido. Tenía las rodillas destrozadas. La derecha me dolía y estaba hinchada. Toqué las vendas que mi esposo había puesto la noche anterior en mi barbilla. Todavía estaban en su lugar, pegajosas por la sangre. Me dolía la quijada. Pasé la lengua por mis dientes; me pareció que ninguno se había roto. Por poco, pensé. Distintos versos de uno de mis poemas favoritos, de Wislawa Szymborska, rondaban en mi cabeza: Podría haber pasado. Tenía que pasar. Pasó, pero no te pasó a ti

Íbamos caminando de vuelta hacia nuestro auto después de cenar con unos amigos. La noche estaba despejada. La acera estaba tersa. Porque estaba lloviendo. Porque había sombra. Porque el día era soleado. ¿En qué estaba pensando un momento antes? Planes, tal vez: mis reuniones del día siguiente o si ya se nos iba a acabar el café. No estaba poniendo atención a cómo movía mis pies por el pavimiento ni al movimiento de mi cuerpo a través del espacio, hasta que mis rodillas y mi barbilla golpearon el suelo. Me paré de inmediato. “Estoy bien”, les dije a mi esposo y a mis amigos, que estaban horrorizados. “Estoy-bien-Estoy-bien-Estoy-bien”. Prácticamente lo recité, como si fuera una plegaria; como si decirlo, por algún motivo, fuera a hacerlo realidad.

Lo cierto es que no estaba bien. Saqué las piernas de la cama y probé si sostenía mi peso. Logré llegar hasta el borde de las escaleras, me sujeté del barandal y bajé los escalones uno por uno. Cada paso se sentía inestable, como si el mundo se hubiera inclinado sobre su eje y yo fuera la única persona que fuera a salirme de él. Era una sensación conocida, no porque hubiera sufrido lesiones similares en el pasado, sino porque había surgido una sombra, un recordatorio poderoso de que la vida es incontrolable e impredecible y que somos frágiles. Siempre había considerado que era muy, muy peligroso vivir, aunque solo fuera un día. La señora Dalloway de Virginia Woolf lo sabía bien.

Esto es lo que nadie te dice sobre las caídas: sigues cayendo una y otra vez. Te caes en los bordes. Te caes en las escaleras. Te caes en la regadera. Eres como una astronauta que flota y da vueltas por el espacio mientras todos los que te rodean parecen estar en tierra firme. La vida se te revela como ese juego infantil de serpientes y escaleras: giras la flecha, aterrizas en una mala casilla y vas para abajo.

Tu mente te hace esto, además de otra cosa.

Cuando nos caemos, nos consume la vergüenza y su prima más tóxica, la humillación. Quedamos atormentadas por nuestra fragilidad y el rumor de vejez y muerte que la acompaña.

La mayoría de los días podemos aparentar que tenemos el control. Ofrecemos distintos relatos cuando ocurre algo que no tiene lógica de inmediato o amenaza nuestra ilusión de seguridad. No hay nada que nos guste más que una razón. En el caso de una caída, quizá primero busquemos en el exterior: una grieta en la acera, una irregularidad en el pavimento, esos torpes zapatos (mi mamá se tropezó y cayó en una ocasión en la calle 86 Oeste y pensó en demandar a la ciudad de Nueva York). Pero, muy pronto, se cuela una voz más insistente: Fue mi culpa. Ahora van a saber quién soy en realidad, lo débil y frágil que soy y que estoy sola.

Una caída es distinta a un accidente o un acto de violencia. Nadie te hace nada; al contrario, tú hiciste algo. Yo había sido la agente de mi propia casi catástrofe. Mi confianza en mí misma estaba rota, igual que (como supe muy pronto) mi quijada.

Esto es lo que hace la humillación: nos aísla porque nos dice que somos raros y estamos mal. Es la única forma en que puede hacer de las suyas en nosotros.

Cuando comenzó a circular la noticia sobre mi caída, quería esconderme. Estoy-bien-Estoy-bien-Estoy-bien. Cuando hablaba con alguien, ponía énfasis en lo afortunada que era, porque podría haber sido mucho peor. Me había hecho a la idea de que era afortunada, aunque los dedos de mis pies estaban al borde del abismo.

Entonces, publiqué algo sobre mi caída en las redes sociales y se desataron los comentarios. Había buenos deseos llenos de cariño, muchas oraciones y luz y gente que me ofrecía enviarme sopa, pero lo que me dejó sorprendida fueron las historias. Por un tiempo, la sección de comentarios de mi cuenta de Instagram se convirtió en una comunidad de personas, la mayoría mujeres, que no solo se compadecían de mí, sino que se identificaban conmigo, se sentían conectadas y compartían la historia de su propia caída: me caí de un caballo; en una boda; me tropecé con nuestro perro; mientras cargaba a mi hija pequeña; de bruces en la calle; me rompí el sacro; de mi bicicleta de carreras; en una zanja; en mi propia casa, mientras no hacía nada fuera de lo ordinario; me caí al subir a un bote tambaleante; me golpeé en la parte del hueso que está en la ceja; tuve una caída horrible en la regadera; se me desvió el coxis; me desmayé; rodé por las escaleras; me fracturé el cuello y la cara; me cimbró hasta la médula.

Me cimbró hasta la médula. Cuando sufrimos alguna lesión, quedamos de manera abrupta separados de la manada de los sanos. Pero lo que sentí entonces fue que no estaba sola. A todos nos pueden acaecer (¡vaya palabra!) dificultades, así que: ¿qué caso tiene culparnos y humillarnos? Las serpientes están a solo un giro de flecha de distancia. Podemos decidir verlas como una posibilidad inaceptable y permitir que nos petrifique o podemos aceptarlas como una realidad hermosa y llena de ternura. Reconocer esta verdad humana fundamental bien podría salvarnos.

Ya pasó un tiempo desde esa noche en la que caí de boca en el pavimento. Ya no revivo ese momento en mis horas de vigilia, aunque todavía surge en mis sueños. Mi cuerpo se va recuperando, pero sospecho que la sanación que necesito va más allá de los huesos fracturados. En el torrente de comentarios compartidos por extraños que extendieron las manos para tomar las mías y ayudarme a ponerme de pie una vez más (en su disposición a decir yo también) hay una lección para todos. Si pudiéramos reconocer la fragilidad que todos compartimos, dejaríamos de optar por la humillación.

 

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Podcast El Maillot: Hall of Fame Giro de Italia #6 - Francesco Moser

 

 

La historia del Giro d'Italia y las leyendas del ciclismo siguen el mismo hilo conductor. La Corsa Rosa se ha convertido en la joya que conocemos gracias a las hazañas de grandes campeones y todos ellos han llegado a serlo por las proezas que han realizado en una prueba tan excepcional como el Giro. En este serial, repasaremos la vida profesional de aquellos ciclistas que ya tienen un sitio asegurado en el 'Hall of Fame' de la ronda italiana merced a los éxitos logrados en la carretera. Si esta excelsa lista de leyendas se inició con la figura de Giuseppe Saronni, no podía faltar en ella su gran rival generacional: Francesco Moser. Ganador del Giro de Italia en 1984, el 'Sheriff' del pelotón (su seudónimo en durante su dilatada trayectoria profesional) logró hacerse con 24 etapas en la 'Corsa Rosa', además de coronarse como campeón del mundo en ruta en 1977 y triunfar en hasta seis Monumentos. En este podcast, ahondaremos en la feroz rivalidad que gestaron Moser y Saronni, con el testigo fundamental de uno de sus coetáneos: Eduardo Chozas. Dirección llevada a cabo por Juan Clavijo. Comentarios de David García Landero.

Fuente: El Maillot   

 

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martes, 14 de noviembre de 2023