P. He oído que comer demasiada carne de una sentada puede hacerte sudar, algo que se conoce como “sudores de carne”. ¿Es cierto?
La
idea de que comer mucha carne puede provocar una sudoración excesiva
existe desde hace décadas. Aunque no se sabe con exactitud cuándo y
dónde se acuñó el término, se popularizó en un episodio de 2001 de Friends, cuando el personaje Joey Tribbiani se comió un pavo entero, se limpió la frente y dijo: “Aquí vienen los sudores de carne”. En fechas más recientes, en junio de 2022, la cadena de comida rápida Arby’s se asoció con Old Spice para vender el kit “Meat Sweat Defense”,
que incluía unos pantalones deportivos con estampado de rosbif, una
toalla para el gimnasio, una banda para el sudor de la frente y un
desodorante en aerosol.
Pero, ¿se
trata solo de mercadotecnia inteligente o comer demasiados sándwiches de
carne asada te hará sudar como si acabaras de correr una maratón?
Las
investigaciones sugieren que el consumo de proteínas aumenta la
temperatura corporal más que el consumo de carbohidratos o grasas; sin
embargo, hay poca evidencia que sugiera que este aumento es suficiente
para hacerte sudar, según Donald Layman, profesor emérito de ciencia
alimentaria y nutrición humana, quien estudia el metabolismo de las
proteínas en la Universidad de Illinois campus Urbana-Champaign. Así que
el fenómeno quizá sea más un mito que una realidad. A continuación,
presentamos lo que se sabe.
La proteína aumenta la temperatura del cuerpo
Algunas
pruebas sugieren que las comidas abundantes en proteínas aumentan el
calor (corporal), aunque la mayoría de los estudios sobre el tema son
reducidos y de hace décadas. Por ejemplo, en un estudio emblemático publicado
en 2002, investigadores de la Universidad Estatal de Arizona les
pidieron a 10 mujeres jóvenes que comieran alimentos abundantes en
proteínas o en carbohidratos durante un día y tomaron varias mediciones,
incluida la temperatura corporal. Después, cuatro u ocho semanas más
tarde, las mujeres regresaron al laboratorio y comieron otra cosa. La
temperatura corporal de las mujeres era más alta después de comer una
cena más abundante en proteína que después de una abundante en
carbohidratos. Otros estudios limitados sugieren que ocurre lo mismo en los hombres.
Según
Marie-Pierre St-Onge, profesora adjunta de Medicina Nutricional en el
Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia, la
proteína aumenta la temperatura corporal porque el organismo debe
trabajar más, es decir, gastar más energía para digerirlas, y este
trabajo también libera calor.
Esto se debe en parte a que las proteínas
son más difíciles de descomponer que los carbohidratos o las grasas. La
digestión de las proteínas “gasta mucha energía”, afirmó Stuart
Phillips, kinesiólogo y director del Centro McMaster de Investigación de
Nutrición, Ejercicio y Salud de la Universidad McMaster en Hamilton,
Ontario.
Nuestro cuerpo utiliza las
proteínas que comemos para producir proteínas nuevas y este proceso
también produce calor, explicó Layman.
Por
ejemplo, después de ingerir al menos 30 gramos de proteínas, el cuerpo
empieza a producir sus propias proteínas musculares, lo cual “es un
proceso que implica un gran costo energético”, señaló Layman. “Esto
aumentará la generación de calor del cuerpo”, lo que significa que
sentirás calor.
Dado que el
cuerpo utiliza de inmediato gran parte de la energía de las comidas
ricas en proteínas, una persona quema entre tres y cuatro veces más
calorías después de comer proteínas que después de comer carbohidratos o
grasas, según indica Layman. En un estudio limitado
publicado en 1999, los investigadores descubrieron que cuando ocho
mujeres seguían una dieta abundante en proteínas durante un día,
quemaban en promedio 87 calorías más que cuando seguían una dieta rica
en grasas.
Una teoría de la que solo
existen pruebas limitadas es que las comidas que disfrutamos aumentan
más nuestra temperatura que las que no. En un estudio publicado en 1985,
ocho mujeres consumieron una comida apetitosa de fondue de queso,
espagueti con albóndigas, un éclair de chocolate y un refresco o los
mismos alimentos licuados y en forma de un panecillo seco y sin sabor.
Al día siguiente, las mujeres intercambiaron los platillos y comieron la
otra opción. Los investigadores descubrieron que el cuerpo de las
mujeres liberaba la mitad del calor después de comer el panecillo
insípido que después del delicioso festín. No obstante, al parecer este
estudio no se ha repetido desde entonces.
Aun así, es posible que los sudores de carne sean una exageración
Si
bien las proteínas aumentan la temperatura del cuerpo, los expertos no
están convencidos de que comer mucha carne (aunque sea deliciosa) haga
sudar mucho a una persona, si es que lo hace en absoluto.
“Los
sudores de carne no existen”, aseveró Layman. En los estudios que se
han hecho, añadió, “nadie ha informado que presentó sudoración”.
Es
posible que la carne no provoque que un organismo sude porque, aunque
las proteínas aumentan la temperatura corporal más que otros
macronutrientes, el incremento relativo de la temperatura es bastante
reducido. La temperatura corporal de las mujeres que participaron en el
estudio de 2002 solo aumentó entre 0,2 y 0,3 grados en promedio tras
llevar una dieta abundante en proteínas.
St-Onge,
quien ni siquiera estaba familiarizada con el término “sudores de
carne”, comentó que es posible que una persona transpire ligeramente
después de comer mucha carne, pero “no creo que la gente empiece a sudar
en exceso”.
No obstante, si te
atiborras de carne cuando ya tienes calor, podrías llegar al límite,
añadió. “Si haces una comida abundante en carne en pleno verano en el
centro de Manhattan, al aire libre y a unos 32 grados Celsius, sí vas a
sudar”, concluyó.
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