domingo, 25 de octubre de 2020

Meme 25/10: Cada día bajo mejor!!

 


 

 

Podcast Factor Running: #Nutricion La alimentación de la mujer

 

 

Las necesidades energéticas y nutricionales de la mujer varían con la edad, las distintas etapas de su vida y con la intensidad de la actividad física que realizan. Escuchá los consejos de Sabrina Caporaso, para saber si te estas alimentando bien.

Fuente: Podcast: Podcast Factor Running  

 

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Podcast Factor Running: #Entrenamiento Trucos para no descuidar la elongación

 

 

Si queremos correr durante muchos años, tomá nota de estos tips para elongar: antes y después de entrenar. Los consejos a cargo de l profe Marcelo Linck. 

Fuente: Podcast: Podcast Factor Running 

 

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viernes, 23 de octubre de 2020

Video: Los Avances Tecnológicos Encontrados En El Giro de Italia 2020 | GCN en Español

 



 

Todos los avances tecnológicos con los materiales más cool e interesantes encontrados en el Giro de Italia 2020 te los traemos en este nuevo vídeo para ti.

Fuente: GCN en Español

 

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Video: 5 errores al hacer el MANTENIMIENTO de tu BICICLETA de montaña - MTB / BTT | Laura Celdran Subiela


 

 

Los 5 errores al hacer el mantenimiento de tu bicicleta de montaña - MTB - BTT. También aplica a cualquier tipo de bicicleta ¿Cuántos de los errores comunes de mantenimiento / ajuste / reparación de nuestra bici cometemos?

Fuente: Laura Celdrán Subiela


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‘Me vuelvo casi catatónico’: la ‘niebla mental’ afecta a los sobrevivientes de la COVID-19

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com 

Por:

 

Después de contraer coronavirus en marzo, Michael Reagan olvidó todos los recuerdos de sus doce días de vacaciones en París, a pesar de que el viaje había sido unas semanas antes.

Varias semanas después de que Erica Taylor se recuperó de los síntomas de náuseas y tos por la COVID-19, se volvió despistada y olvidadiza, y ni siquiera podía reconocer su propio auto, el único Toyota Prius en el estacionamiento de su complejo de apartamentos.

Lisa Mizelle, una enfermera veterana especializada de una clínica de urgencias que enfermó a causa del virus en julio, ahora olvida los tratamientos de rutina y los análisis de laboratorio, y debe consultar con sus colegas la terminología que solía saber automáticamente.

“Salgo de la habitación y no puedo recordar lo que el paciente acaba de decir”, aseguró, y añadió que si no hubiera agotado su permiso por incapacidad se tomaría más tiempo libre.

“Me asusta pensar que estoy trabajando”, dijo Mizelle, de 53 años. “Siento que tengo demencia”.

Esto se conoce como la “niebla mental” por COVID-19: se trata de preocupantes síntomas cognitivos entre los que pueden estar la pérdida de la memoria, confusión, dificultad para concentrarse, mareos y dificultad para comprender palabras cotidianas. Cada vez hay más sobrevivientes de COVID-19 que afirman que eso perjudica su capacidad para trabajar y vivir con normalidad.

“Hay miles de personas que la padecen”, señaló Igor Koralnik, director de enfermedades neuroinfecciosas en el centro médico de Northwestern Medicine en Chicago, quien ha atendido a cientos de sobrevivientes en una clínica especializada en personas que sufrieron de COVID-19. “El impacto en la fuerza laboral que se ve afectada va a ser significativo”, añadió.

Los científicos no están seguros de la causa de esa obnubilación, que varía mucho y afecta incluso a personas que solo presentaron síntomas leves de la COVID-19 y que no tenían enfermedades preexistentes. Las teorías más destacadas son que surge cuando la respuesta inmunitaria del cuerpo ante el virus no se detiene o que se debe a la inflamación de los vasos sanguíneos que van al cerebro.

La confusión, el delirio y otros tipos de trastornos de las funciones mentales, llamados encefalopatía, se han producido durante las hospitalizaciones por problemas respiratorios derivados de la COVID-19, y un estudio reveló que esos pacientes necesitaban periodos de hospitalización más prolongados, tenían índices de mortalidad más elevados y, a menudo, no podían realizar sus actividades diarias inmediatamente después de la hospitalización.

No obstante, las investigaciones sobre la “niebla mental” de larga duración apenas están comenzando. En agosto se divulgó un informe francés sobre 120 pacientes que fueron hospitalizados y reveló que, meses después, el 34 por ciento tenía pérdida de memoria y el 27 por ciento presentaba problemas de concentración.

En una encuesta que se publicará próximamente y que consultó a 3930 miembros de Survivor Corps, un grupo de personas que se han puesto en contacto para hablar sobre la vida después de la COVID-19, más de la mitad reportó que tuvo dificultades para concentrarse o enfocarse, comentó Natalie Lambert, profesora de investigación adjunta de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, quien ayudó a dirigir el estudio. Fue el cuarto síntoma más común de las 101 afecciones físicas, neurológicas y psicológicas a largo y corto plazo que reportaron los sobrevivientes. Una tercera parte o más de los encuestados admitió que tenía problemas de memoria, mareos o confusión.

“Es debilitante”, afirmó Rick Sullivan, de 60 años, de Brentwood, California, quien ha tenido episodios de confusión mental desde julio, después de superar una batalla de varias semanas con problemas respiratorios y dolores corporales a causa de la COVID-19. “Me vuelvo casi catatónico. Siento como si estuviera anestesiado”.

Los estragos en el trabajo

Cuando Taylor, de 31 años, se contagió a mediados de junio, pensó que solo necesitaría un breve descanso de su trabajo como abogada en una organización sin fines de lucro de Atlanta que ayuda a inquilinos de bajos ingresos.

No obstante, se desorientó tanto que lavó el control remoto del televisor con su ropa sucia y tuvo que devolver un perro que había adoptado recientemente porque no podía confiar en sí misma para cuidar de una mascota.

Una mañana, “todo en mi cerebro era estática”, narró. “Estaba sentada al borde de la cama, llorando y pensando: ‘Algo anda mal; debería estar pidiendo ayuda’, pero no podía recordar qué debía pedir o a quién debía pedírselo. Olvidé quién era y dónde estaba”.

En julio, creyó que había mejorado y le dijo a su jefe que podía volver, pero después de otro episodio de “estática”, le envió un mensaje que decía: “Tengo miedo. De verdad quiero volver al trabajo, pero me sigo cansando y confundiendo mucho”. Él le sugirió que descansara y se curara.

Volvió a trabajar a principios de agosto, pero su mente divagaba y leer correos electrónicos le parecía “como leer en griego”, explicó. En septiembre, su jefe la instó a que tomara un permiso de trece semanas.

“Al final llegaron a la conclusión de que debía dejar mi puesto”, dijo Taylor, quien solicitó ser voluntaria de la organización sin fines de lucro mientras estaba de licencia, pero le dijeron que no. “Para ser sincera, estoy destrozada”.

Reagan, de 50 años, quien pasó cinco días entrando y saliendo de hospitales, al principio retomó su trabajo como especialista vascular para una empresa que fabrica endoprótesis y catéteres.

Sin embargo, los temblores en los dedos y las convulsiones, síntomas neurológicos que a veces acompañan a la “niebla mental”, significaban que “de ninguna manera podía entrar a una cirugía a enseñarle a un médico cómo suturar una arteria”, señaló.

En las reuniones, “no logro encontrar las palabras”, dijo Reagan, quien ahora se ha tomado una licencia. “Siento que sueno como un idiota”.

Antes de que Mizelle se contagiara del virus en julio y fuera hospitalizada con neumonía durante cinco días en agosto, atendía sola a seis pacientes por hora en su clínica de Huntsville, Alabama, pero recientemente, afirmó: “Le dije a nuestra programadora que no puedo trabajar sola porque soy lenta para pensar, estoy mareada y solo necesito que alguien más esté allí para trabajar conmigo”.

Dijo que, a veces, en las salas de revisión “trato de ser hábil con el paciente para que no lo note, porque uno no quiere que su enfermera no tenga claridad de pensamiento, lo cual es bastante aterrador”.

Mizelle cuenta que se olvidó de pedir unos cultivos para infecciones urinarias, pero un técnico de laboratorio lo detectó y le dijo: “Yo te cubro, Lisa”.

“Hasta donde sé, no me he equivocado”, dijo, y agregó que las cosas han mejorado un poco en los últimos días. “Todavía no he matado a nadie”.

La causa de la “niebla mental” es un misterio, en parte porque los síntomas son muy variados.

“La respuesta más sencilla es que la gente sigue teniendo una activación inmunitaria persistente después de que remitió la infección inicial”, aseveró Avindra Nath, director del departamento de infecciones del sistema nervioso del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares de Estados Unidos.

La inflamación de los vasos sanguíneos o de las células que recubren los vasos, podría estar relacionada, señaló Serena Spudich, directora del departamento de infecciones neurológicas y neurología global de la Escuela de Medicina de Yale. Las moléculas inflamatorias que se liberan en las respuestas inmunitarias efectivas, “también pueden ser una especie de toxinas, que afectan en especial al cerebro”, dijo.

Los pequeños accidentes cerebrovasculares pueden ocasionar algunos síntomas, comentó Dona Kim Murphey, neuróloga y neurocientífica, quien ha experimentado en carne propia los problemas neurológicos luego del coronavirus, incluyendo el “síndrome de la mano ajena”, en el que sintió una “sensación muy extraña en mi mano izquierda, como si no entendiera por qué estaba en la posición en la que se encontraba, lo cual me sorprendió muchísimo”.

Otras posibles causas son las reacciones autoinmunes “cuando los anticuerpos atacan por error a las células nerviosas”, explicó Spudich.

Cuando los nervios dañados envían señales erróneas, pueden presentarse síntomas como hormigueo o entumecimiento, dijo Allison Navis, especialista en enfermedades neuroinfecciosas del Sistema de Salud Monte Sinaí. Algunas personas que padecen obnubilación siguen presentando problemas pulmonares o cardíacos que pueden exacerbar los síntomas neurológicos.

Los neurólogos aseguran que, hasta ahora, las resonancias magnéticas no han mostrado daños en las zonas cerebrales.

Murphey, quien es directora científica de una empresa de tecnología de ondas cerebrales y en una reunión reciente no pudo decir la palabra “trabajo”, dijo que la investigación es crucial para que los síntomas se tomen en serio.

“De manera despectiva, la gente dice ‘todo está en su cabeza’”, dijo. “En este caso, está literalmente en nuestras cabezas y es muy real”.

Este verano, Reagan, el especialista en medicina vascular, encendió la estufa para cocinar huevos y luego, distraídamente, se fue a pasear a su perro, Wolff-Parkinson-White, llamado así por una arritmia cardíaca. Al regresar se dio cuenta del peligro porque la sartén vacía estaba muy caliente, por lo que entró en pánico y no ha vuelto a cocinar desde entonces.

Tampoco recuerda las Navidades pasadas, Año Nuevo ni las vacaciones que pasó en París, en marzo, para festejar el cumpleaños 40 de su pareja Mustafa Al Niama.

“Miro todas mis fotos de París, tratando de recordar”, dijo mientras mostraba una selfi con su pareja en la Mona Lisa en el Louvre. “Fuimos y estuvimos en un concierto de Madonna, fuimos a la Torre Eiffel, fuimos a las catacumbas. Y no recuerdo nada, nada en absoluto”.

Sullivan navega por un espectro de obstáculos cognitivos. En el estado más suave, que él define como “esponjoso”, siente la cabeza pesada. En la fase intermedia, que califica como “confusa”, dice: “Me enojo cuando la gente me habla porque me duele el cerebro cuando intento prestar atención”. La más grave es la “niebla”, cuando “no puedo funcionar” y “me siento y solo observo, sin motivación para moverme, con la mente acelerada”.

Incluso un leve esfuerzo mental o físico puede desencadenar la niebla, y Sullivan, quien fue despedido antes de la pandemia de un puesto de alto nivel en una empresa de fotografía, dijo que durante muchos días solo podía encargarse de dos responsabilidades: “Limpiar la arena para gatos y recoger las heces del perro”.

Incluso eso le provocaba ansiedad. “Para mí, era como una serie de 15 o 16 tareas”, dijo. “¡Oh, Dios mío! ahora tengo que encontrar una bolsa para poner la basura, luego tengo que quitar la tapa”.

Julia Donahue, de 61 años, de Somers, Nueva York, lucha por hablar con oraciones fluidas. Es una situación muy dolorosa para ella porque, durante mucho tiempo, ha disfrutado al interpretar a Abigail Adams en los espectáculos históricos.

“Ahora, Abigail solo es un montón de vestidos en mi armario”, dijo. “No podría actuar durante 45 minutos”.

Hace poco, ni siquiera recordaba cómo decir “cepillo de dientes”, y le dijo a un amigo “ya sabes, lo que limpia tus dientes”.

Los expertos aconsejan a las personas que experimentan “niebla mental” que consulten a los médicos para descartar otras afecciones médicas y tratar los síntomas físicos restantes.

Mizelle, Reagan, Taylor y otros pacientes han consultado a cardiólogos y otros especialistas, además de los neurólogos.

Los médicos no saben si los síntomas mejorarán o desaparecerán con el tiempo. Algunos pacientes están creando soluciones alternativas o ejercicios de recuperación improvisados.

Reagan, que también perdió el sentido de la orientación, sigue la sugerencia de un terapeuta que le recomendó caminar a lugares aleatorios cerca de su casa en el Bajo Manhattan. Recientemente, eligió la Bolsa de Valores de Nueva York, a varias cuadras de distancia. Escribió las instrucciones y las leyó repetidamente antes de partir con su pareja y su perro.

En la primera esquina, su mente vaciló. “¿Izquierda?”, le preguntó a Al Niama, quien le informó que debían cruzar a la derecha.

A mediados de septiembre, Sullivan pensó que lo peor había pasado, pero cuando fue al supermercado con su esposa experimentó una “niebla en toda regla”, por lo que agarró el carrito y dice que deambuló “por la tienda como un zombi”.

Días después, se ejercitaba con mancuernas de 1,3 kilos —nada comparado con su rutina previa a la COVID cuando levantaba 30 kilos— y dice que, de repente, la niebla “lo golpeó”. “No he superado esto”, dijo y luego se derrumbó, sollozando.

 

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miércoles, 14 de octubre de 2020

Meme 14/10: El cubrebocas perfecto lo tiene Macaulay Culkin

 


 

Video: Cómo reparar un pinchazo en poco tiempo | SOLAENBICI

 


 

Fuente: SOLAENBICI


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Una posible desventaja del ayuno intermitente


 

Fuente: https://www.nytimes.com

Por:  

 

El ayuno intermitente es una estrategia que se ha puesto de moda para perder peso. Pero en un nuevo estudio se descubrió que un tipo muy popular de ayuno intermitente llamado alimentación con tiempo restringido producía una pérdida mínima de peso y un posible inconveniente: la disminución de músculo.

Esta nueva investigación, publicada en la revista JAMA Internal Medicine, es uno de los estudios más rigurosos que analizan la alimentación con tiempo restringido, la cual implica ayunar durante 12 horas o más al día. Muchas personas que siguen esta dieta, la cual se ha popularizado en los libros de dietas y ha sido promocionada por celebridades, por lo general se saltan el desayuno y comen todos sus alimentos entre más o menos el mediodía y las 8 pm, lo que significa un ayuno diario de 16 horas.

Durante años, las investigaciones han demostrado que esta práctica estimula la pérdida de peso y mejora la salud metabólica, pese a que gran parte de los datos proceden de experimentos con animales o estudios reducidos y de relativamente poca duración en seres humanos. Los expertos afirman que la dieta funciona porque permite que las personas tengan la libertad de comer lo que deseen siempre y cuando lo hagan dentro de una ventana de tiempo, lo cual hace que consuman menos calorías en general.

No obstante, en el nuevo estudio se descubrió que los adultos con sobrepeso a quienes se les indicó que todos los días ayunaran durante 16 horas y que hicieran todas sus comidas entre el mediodía y las 8:00 p. m., lo que se conoce como la dieta 16:8, no obtuvieron casi ningún beneficio. Durante los tres meses del estudio, únicamente bajaron en promedio de noventa gramos a un kilo seiscientos gramos —solo un poco más que el grupo de control— y la mayor parte del peso que eliminaron no fue de grasa corporal, sino de “masa magra”, que incluye el músculo.

Aunque es normal perder un poco de músculo cuando se baja de peso, el grupo que ayunó perdió más de lo esperado. Eso es preocupante porque el músculo ofrece muchos beneficios para la salud: nos protege contra las caídas y la discapacidad cuando envejecemos y está vinculado a una mortalidad más baja. También aumenta el metabolismo y puede ayudar a que el peso que se pierde durante la dieta no se recupere de nuevo. Los investigadores especularon que quizás una razón de la pérdida de músculo haya sido que la dieta del ayuno hizo que la gente consumiera menos proteínas.

Los nuevos hallazgos fueron sorprendentes para el autor principal del estudio, Ethan Weiss, cardiólogo de la Universidad de California, campus San Francisco, quien había practicado la alimentación con tiempo restringido desde 2014 y tomaba todos sus alimentos entre el mediodía y las 8 pm. Pero cuando analizó los datos y vio los resultados de su estudio, dejó de ayunar y comenzó a desayunar de nuevo.

“Mi percepción era que esto funcionaba y que yo lo hacía por mi cuenta, así que me sorprendieron los resultados”, comentó.

Sin embargo, algunos expertos advirtieron que el estudio era demasiado breve para un ensayo clínico de pérdida de peso. Dijeron que el grupo que ayunó muy probablemente habría tenido una pérdida de peso mayor si el estudio hubiera sido más largo y hubiera incluido a más participantes. También señalaron que investigaciones anteriores han demostrado que a la gente le va mejor cuando consume la mayor parte de sus calorías a una hora relativamente temprana del día, que es cuando nuestro cuerpo está en mejores condiciones para metabolizar los alimentos, en vez de saltarse el desayuno y consumir la mayor parte de sus alimentos en la tarde y en la noche, lo cual va en contra de nuestro reloj biológico.

Por ejemplo, en las investigaciones se ha descubierto que los adultos con sobrepeso bajan más de peso y tienen menos factores de riesgo cardiovascular cuando comen un desayuno abundante, una comida moderada y una cena ligera, a diferencia de si consumen un desayuno ligero y una cena abundante.

“Es posible que los beneficios de la alimentación con tiempo restringido sean menores de lo que creíamos o que solo se obtengan mejores resultados cuando comemos a una hora más temprana”, señaló Courtney Peterson, investigadora de la Universidad de Alabama, campus Birmingham, quien estudia el ayuno intermitente y no participó en el nuevo estudio. “Todavía no se ha llegado a un consenso”.

Muchas culturas de todo el mundo practican el ayuno por cuestiones religiosas y espirituales. Pero el ayuno por motivos de salud se popularizó luego de que en algunos estudios pequeños se demostró que este aumentaba la longevidad y ofrecía una gran variedad de beneficios metabólicos, como mejores niveles de colesterol y reducciones de la resistencia a la insulina. Algunos de los otros tipos comunes de ayuno intermitente consisten en alternar los días de ayuno, y quienes lo practican no comen más de 500 calorías cada tercer día, y la dieta 5:2, que implica comer normal cinco días a la semana y ayunar dos.

Sin embargo, a muchas personas les cuesta trabajo pasar un día completo sin comer nada o poco. Krista Varady, profesora de Nutrición en la Universidad de Illinois, campus Chicago, ha descubierto en su investigación que las personas bajan de peso más lentamente con la alimentación con tiempo restringido que con otros tipos de ayuno, pero que por lo general es la mejor forma de adoptar el ayuno. La gente tiende a comer de 300 a 500 calorías menos al día cuando se limita a una ventana de ocho horas, comentó Varady, quien no participó en la nueva investigación.

“Lo mejor es que no hay restricciones en ese lapso”, señaló. “No existe el recuento de carbohidratos ni de calorías, y la gente no tiene que cambiar toda la comida de su alacena”.

Varady afirmó que estaba pensando en iniciar un estudio con una duración de un año sobre la alimentación con tiempo restringido. “Me parece muy interesante que esta dieta se haya vuelto tan popular y que haya tan pocos estudios al respecto”, señaló.

Weiss se interesó en la alimentación con restricción de tiempo después de conocer una investigación que mostró que los ratones a los que les proporcionaban acceso las 24 horas del día a alimentos ricos en grasas y azúcares se engordaban y enfermaban, mientras que los ratones que consumían los mismos alimentos en una ventana de ocho horas diarias estaban protegidos contra la obesidad y las enfermedades metabólicas. En su propia experiencia, Weiss descubrió que saltarse el desayuno y comer entre el mediodía y las 8 p. m. no fue muy difícil.

Quería ver si la dieta podía ser una receta simple para que las personas perdieran peso, por lo que para el estudio actual él y un colega, Dylan Lowe, diseñaron un experimento: reclutaron a 116 adultos con sobrepeso y obesidad y los dividieron en grupos. A un grupo, que sirvió de control, se le dijo que comiera tres comidas estructuradas al día. Al otro grupo se le asignó comer toda su comida entre el mediodía y las 8 p. m. y solo se permitieron bebidas sin calorías como té y café negro fuera de esa ventana.

Los investigadores eligieron del mediodía a las 8 p. m. porque sería socialmente más aceptable para los participantes saltarse una comida por la mañana en lugar de por la noche, cuando podían estar sentados a cenar con familiares o amigos. “Queríamos hacer de esto algo que fuera lo suficientemente simple como para que la gente realmente lo pudiera hacer”, dijo Weiss.

Los investigadores les dieron balanzas digitales a los participantes y rastrearon su peso durante 12 semanas. También hicieron que 50 de los participantes, tanto del grupo de ayuno como del de tres comidas al día, visitaran su laboratorio cuatro veces durante el estudio para poder medir cosas como su masa grasa y muscular, los niveles de azúcar en la sangre y el gasto energético.

Al final, el grupo en ayunas perdió un promedio de 900 gramos, solo 220 gramos más que los del grupo de control. Cuando los investigadores observaron a los participantes que habían visitado su laboratorio para realizar pruebas exhaustivas, encontraron que el grupo en ayunas tuvo poca o ninguna mejoría en la mayoría de sus marcadores metabólicos, aunque tendían a haber perdido más peso, un poco más de 1,58 kilos. Eso fue aproximadamente un kilo más que el grupo de control, una diferencia que estuvo muy por debajo de ser estadísticamente significativa. Pero el 65 por ciento del peso que perdió el grupo en ayunas fue de masa magra, más del doble de lo que se considera normal para la pérdida de peso.

Weiss dijo que es posible que el grupo en ayunas haya perdido una cantidad inusual de músculo porque saltarse el desayuno todos los días provocó una caída en su ingesta total de proteínas. Pero eso podría potencialmente evitarse: otros estudios han encontrado que las personas pueden mantener los músculos mientras ayunan al hacer entrenamiento de resistencia y al consumir más proteínas durante sus períodos de alimentación. Weiss dijo que los hallazgos deben ser explorados más a fondo, pero por ahora sigue siendo escéptico sobre la alimentación con restricción de tiempo.

“Este fue un estudio corto, pero fue suficiente para cuestionar si esto funciona, y si funciona, entonces la magnitud del beneficio es muy pequeña”, concluyó.


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sábado, 10 de octubre de 2020

Video: Cómo Elegir la Presión de los Neumáticos ¿Cuál es la correcta? | GCN en Español

 

 

¿Cuál es la presión correcta para el neumático de nuestra bici? El rendimiento, la comodidad y seguridad dependen en gran medida de la presión que llevemos en los neumáticos. ¡Vamos a ver este vídeo para todos los niveles auqnue enfocado especialmemnte para los recién llegados a este deporte!

Fuente: GCN en Español


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martes, 6 de octubre de 2020

Meme 06/10: X-Y=

 


 

 

Como respirar al correr | Técnicas secretas

 

 

Fuente: https://runfitners.com 

 

❱ Concéntrate: Concéntrate en largas,  profundas  y controladas respiraciones, exhalando para eliminar mayor cantidad de dióxido de carbono y realizando inhalaciones más profundas que permitan un mayor ingreso de oxígeno. Poco a poco irás ganando naturalidad y deberás concentrarte menos (ese será el objetivo a largo plazo). 

❱ Respira por el diafragma: Respira más desde tu diafragma (estómago) que desde tu pecho. ¿Qué significa esto? Vamos a explicarlo un poco más. Respirar desde tu pecho es una forma débil de respirar; es  poco profunda e impide el ingreso y egreso adecuado del oxígeno y del dióxido de carbono.

Como explicábamos más arriba, tu respiración debe ser diafragmática, lo que significa que la acción de inhalar y exhalar se extiende hacia abajo en tu estómago. A medida que respiras, tu estómago debe expandirse y contraerse a medida que su diafragma impulsa el aire dentro y fuera de los pulmones. Mientras tanto, tu pecho debiera casi inmóvil, pero absorberá más oxígeno con cada respiración. 

❱ ¿Inspirar por la nariz o la boca?: Realiza las inspiraciones desde la boca y nariz en entrenamientos intensos. En entrenamientos relajados, puedes utilizar solo la nariz. Muchas veces escuchamos corredores debatiendo sobre que es mejor si respirar por la boca o por la nariz. Si bien ambas formas tienen su lado positivo y negativo,  creemos que cuando corres intensamente,  realizar la inspiración por las dos vías y exhalar por la boca, permite una mayor entrada de aire y una excelente eliminación del dióxido de carbono. 

❱ Ritmo de las respiraciones: Intenta que tu ritmo de respiración sea de 3 pasos por cada inhalación y 2 pasos por cada exhalación (tempo de 3:2). Sin embargo, hay quienes se sienten mas cómodos con un ritmo de 2:2 ( 2 pasos por cada inspiración y 2 pasos por cada exhalación). El problema  de este tempo es que según algunos entrenadores podría dar lugar la dolorosa puntada del corredor. Por último,  teniendo en cuenta estos consejos busca la forma de respirar que te permita no ahogarte y sentirte cómodo y confortable constantemente.  

 

¿SIENTES QUE TE AHOGAS CUANDO CORRES?

Muchos corredores principiantes suelen quejarse de que cuando corren se sienten ahogados, no pueden respirar. Si te pasa esto cuando corres, te recomendamos que leas este artículo: PRINCIPIANTES: “SIENTO QUE ME AHOGO AL CORRER”. 

 

COMO RESPIRAR TE AYUDA A CORRER

La forma en la que respiras al correr, puede afectar tu rendimiento y la forma en que te sientes cuando entrenas. En este artículo te contaremos como hacerlo de forma correcta. Mejorar la técnica de carrera, hacer ejercicios de fuerza, realizar estiramientos, no es lo único que un corredor debe tener en cuenta, saber como respirar al correr es ESENCIAL.

Desde el punto de vista funcional, podríamos decir que el cuerpo humano necesita de oxígeno (cada célula de tu cuerpo las requiere para funcionar) y por ello el sistema respiratorio es tan importante para mantenerte con vida. La gran función del sistema respiratorio es permitir el intercambio gaseoso, asegurando el ingreso de oxígeno y la eliminación de gases como el dióxido de carbono (un subproducto del proceso de la respiración). Desde el punto anatómico, es importante que sepas que el sistema respiratorio está formado por tu nariz,  boca,  garganta,  laringe,  traquea, bronquios y pulmones.

El funcionamiento del sistema respiratorio explicado de manera sencilla es el siguiente: el aire que inspiras con la nariz y la boca, viaja por la garganta y la tráquea para llegar a los pulmones, ingresar a los alveólos y luego ser enviado a la sangre.

La interrelación entre el sistema respiratorio y el cardiovascular es esencial para el funcionamiento de tu cuerpo. La sangre , circula por tus vasos sanguíneos  de manera de permitir que las células de tu cuerpo reciban el oxígeno y demás nutrientes. Además de entregar oxígeno y nutrientes, la sangre retira productos de deshecho, como dióxido de carbono, que al llegar a los pulmones es eliminado a través de la exhalación.

Aunque los corredores saben lo que es sentir la falta de aire (cuando corremos a máxima velocidad podemos sentirlo con facilidad), la importancia del oxígeno es aún más grande. Las células no pueden realizar funciones básicas o replicarse sin oxígeno.

Las neuronas no pueden sobrevivir para retransmitir señales electroquímicas sin un ambiente rico en oxígeno. De hecho, la falta de oxígeno en realidad puede matar a las células que son esenciales para la actividad cerebral. Como respirar corriendo afecta la forma en la rendirás en tus entrenamientos y carreras. No solo te ayudará a correr más rápido, sino también a retrasar la fatiga. Dicho todo esto, veamos algunos buenos consejos para que puedas respirar correctamente corriendo.

 

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lunes, 5 de octubre de 2020

Meme 05/10: Dicen que bajo del cerro... sin frenar

 


 

 

Canción: Como un atleta (Sintonía oficial La Vuelta 2020) de Carlos Baute

 

 

Como un atleta, de Carlos Baute, será la sintonía oficial de La Vuelta 20. El cantante venezolano toma el relevo del rapero alicantino Arkano y se suma a la larga lista de artistas que han puesto música a la ronda española, desde que en 1977 Sheyla y B. Devotion hicieran bailar al pelotón con ‘Singing in the Rain’.

Fuente: La Vuelta

 

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Podcast El Maillot Semanal #152: El Giro más incierto y la Lieja más insólita

 

 

 Dirección llevada a cabo por Juan Clavijo. Comentarios de David García y Miguel Triviño.

Podcast: El Maillot Semanal 

 

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viernes, 2 de octubre de 2020

Video: TOP favoritos al Giro de Italia 2020 | A Pie de Puerto

 

 

Previa del GIRO de ITALIA 2020. Análisis de los Máximos Favoritos al próximo Giro. Muy pocos equipos reservaron grandes capos para esta carrera y ahora todos tienen la oportunidad de ganar.

Fuente: A Pie de Puerto


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Video: 10 consejos para pedalear mejor. Salud ciclista | SOLAENBICI

 

 

Fuente: SOLAENBICI

 

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Estaba cansada de entrenar. Pero entonces pensé en Ruth Bader Ginsburg por Lindsay Crouse

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com

Por:

Hace algunos años, me di cuenta de que el único ídolo fitness que necesitaba era una brillante magistrada octogenaria de la Corte Suprema que peleaba su cuarta batalla contra el cáncer con pocas horas de sueño y un régimen fulminante de lagartijas y planchas anaeróbicas.

Incluso durante la pandemia, CNN informó el 1.° de abril que la jueza Ruth Bader Ginsburg no había bajado el ritmo, pues seguía realizando sus sentadillas y sus ejercicios de pierna en el gimnasio de la Corte Suprema. Su atuendo de entrenamiento constaba de conjuntos deportivos con variaciones alegres del término “diva”. Apretaba los dientes y no ocultaba el esfuerzo que hacía. Se dejaba los lentes puestos.

En medio del ataque virtual de abdómenes marcados y etiquetas de “fitspo” (inspiración fitness) que nos insta a alcanzar el cuerpo ideal, fue extraordinario ver cómo una mujer de 87 años cuyos rasgos distintivos eran una combinación de inteligencia férrea, longevidad tenaz y fuerza física se estableció no solo como un icono estadounidense, sino también como un icono de la condición física. La jueza Ginsburg destacó por haber adoptado el ejercicio como una herramienta para el rendimiento: no para mejorar su apariencia, sino su manera de trabajar. Verla invertir en su propia fuerza solo por el placer de hacerlo se percibía como la definición literal del empoderamiento.

Su condición física —así como muchos otros aspectos de su vida— era algo que ella definía en sus propios términos, en el horario que tuviera disponible.

Como señaló la periodista Irin Carmon: “Una de las razones por las que quizá Ginsburg se mostraba reacia a jubilarse es que, al igual que a muchas otras mujeres de su generación, le llevó muchísimo tiempo obtener una oportunidad, y aún más convertirse en la persona que estaba destinada a ser. No fue sino hasta los 37 años de edad que empezó a ser una ‘ferviente litigante feminista’, como ella llegó a describirse”.

El descubrimiento de su potencial atlético llegó aún más tarde, mucho después de las etapas que suelen considerarse la plenitud física de una persona. Al crecer en el típico ambiente estadounidense de la posguerra en el que los niños jugaban deportes y las niñas los observaban (o, como en su caso, hacían gimnasia rítmica con bastón), Ginsburg empezó a ejercitarse hasta el último cuarto de su vida, como un medio para potenciar su recuperación del cáncer de colon en 1999.

Fue entonces cuando empezó a levantar pesas, hacer sentadillas y prensas de pierna, con lo que tonificó su cuerpo de 66 años, sus brazos, su torso, sus piernas, su espalda, sus hombros, sus glúteos y sus abdominales. En 2017, cuando alguien le preguntó quién era la persona más importante en su vida, ella respondió en broma que era su entrenador, un veterano del ejército llamado Bryant Johnson.

“En cada ocasión, me doy cuenta de que cuando estoy activa”, explicó en 2019, “me siento mucho mejor que si solo me quedo acostada sintiendo lástima de mí misma”.

Es difícil pensar en otra mujer estadounidense de edad avanzada que haya sido reconocida, al mismo tiempo, por su tremendo intelecto, su poder profesional y sus hábitos de ejercicio. (Claro que esto tal vez se deba a que, al momento de querer analizar lideresas, simplemente tenemos menos opciones para escoger). Vivimos en una cultura que todavía goza de separar a los deportistas de los estudiosos. Sin importar tu género, el ejemplo que daba la jueza Ginsburg sugería que esas divisiones son falsas: puedes ser inteligente, poderoso y fuerte a la vez.

El valor de Ginsburg como modelo para los cientos de mujeres que han seguido sus pasos en el ámbito jurídico y en escaños judiciales de todo el país ha sido ampliamente apreciado y, con justo derecho, conformará la mayor parte de su legado, junto con las maneras en que ayudó a moldear la ley para apoyar a grupos subrepresentados en la corte.

No obstante, para mí, también fue poderoso verla poner el ejemplo en cuanto a cambiar lo que significa actuar como una mujer mayor moderna, sobre todo con respecto a la relación que tenía con su cuerpo.

Ginsburg cambió drásticamente los modelos de lo que el ejercicio puede ser para las mujeres, particularmente para las mujeres de edad avanzada en un país que valora la juventud. No se ejercitaba para verse más pequeña ni para ocupar menos espacio. Su hábito de hacer ejercicio no solo era un símbolo visible de su resistencia y su disposición a reinventarse, sino también un indicio de su determinación a sobrevivir.

Si ella podía hacerlo, yo también podía.

La última vez que me sentí cansada después de una sesión maratónica de llamadas de Zoom, recordé que tres semanas después de someterse a una cirugía mayor de cáncer en 2009, Ginsburg estuvo presente en el discurso del estado de la unión. ¿Qué excusa tenía yo? Salí a correr.

En otoño del año pasado, cuando me cansé de correr mientras entrenaba para una carrera y pensé que jamás sería tan rápida como lo era antes, recordé que varios años después de cumplir 80 Ginsburg aún hacía 20 lagartijas, en series de 10, y tampoco se quedaba dormida hasta tarde. Yo podía correr esos últimos kilómetros. También podía mantener el ritmo.

Cuando empecé a cansarme al escribir esto, preocupada por los correos electrónicos que no había enviado y mis listas interminables de pendientes, recordé que hace apenas unos meses la jueza Ginsburg criticó a sus colegas de la corte por abandonar “a las trabajadoras a su suerte” en materia de anticoncepción durante los alegatos orales del caso, en los que participó desde una cama de hospital debido a una complicación en la vesícula biliar. Ella no se rindió, así que yo estaba bien.


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