sábado, 28 de junio de 2025

La felicidad no tiene por qué ser otra tarea pesada

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com

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Últimamente me siento un poco abrumada, tanto por las noticias como por algunas cosas de la vida. Me gustaría poder retirarme a la cima de una montaña, pero mi plan más realista es buscar las cosas más pequeñas que pueda hacer cada día para darme ánimos.

Todas las mañanas, por ejemplo, abro mi aplicación Merlin Bird ID para ver si ha aparecido algún pájaro nuevo en mi patio (una mañana me enteré de la existencia de un carpintero de pechera, un ave que no sabía que existía).

Los micromomentos de positividad como este realmente pueden mejorar tu bienestar, dijo Barbara Fredrickson, directora del Laboratorio de Emociones Positivas y Psicofisiología de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

Aunque estos momentos sean fugaces, dijo, pueden “actuar como nutrientes para la salud psicológica y el crecimiento, ayudándote a convertirte en una mejor versión de ti mismo, poco a poco”.

Su investigación, y la de otros, sugiere que reconocer, cultivar y saborear estos pedacitos de felicidad aumenta el bienestar, la resiliencia y el ingenio.

Pregunté a los expertos cómo incorporar más placeres sencillos a tu vida.

Busca ‘manías inversas’

“Una manía es algo pequeño que te molesta desproporcionadamente”, dijo Bree Groff, autora del libro de próxima aparición Today Was Fun. Por el contrario, dijo, “una ‘manía inversa’ es algo pequeño que te produce una alegría desproporcionada”.

Esto puede ser tan peculiar como quieras, añadió Groff. “Me he dado cuenta de que me gusta colocar todas las cosas de mi escritorio en ángulo recto”, dijo. “Me hace sentir cierta sensación de paz y control sobre mi pequeño mundo”.

Programa unas cuantas pequeñas alegrías

MaryCatherine McDonald, investigadora de traumas y autora de The Joy Reset, utiliza otro término para referirse a esos pedacitos brillantes de felicidad: pequeñas alegrías, o TLJ (la sigla en inglés de Tiny Little Joy).

Los clientes de McDonald le han contado que sus TLJ incluyen el primer sorbo de café de la mañana o la satisfacción de pelar un plátano en tiras perfectamente uniformes.

Empieza por enumerar todos tus TLJ. Una vez lo hayas hecho, intenta convertir uno de ellos en un hábito en un momento determinado del día, añadió Groff.

Hace poco, un amigo mío me dijo que ya no iba a utilizar las cajas o quioscos de autopago del supermercado. Dijo que se había dado cuenta de que le gustaba hablar con una persona en la caja, y que estaba intentando recuperar la interacción humana en su vida.

Haz algo ‘en cámara lenta’ a propósito

Sue Varma, profesora clínica adjunta de psiquiatría en la Escuela de Medicina Grossman de la NYU y autora de Practical Optimism, dijo que le gustaba hacer una actividad diaria “a 0,5 de velocidad”.

Las investigaciones sugieren que breves periodos de atención plena pueden mejorar tu salud psicológica. Así que Varma elige hacer algo con la mente a velocidad media, como lavar los platos o aplicarse su tratamiento favorito para la piel (que describió como “dos minutos que me hacen sentir querida”).

Normalmente soy una persona que tacha los pendientes de una lista y se apresura con todo, pero seguí el consejo de Varma y preparé limonada a velocidad media: corté lentamente los limones, los olí para capturar su aroma y removí con calma el azúcar. (Fingir que estás en un programa de cocina en tu cocina y narrar en voz alta mientras cortas los alimentos es otro TLJ, dijo McDonald).

Replica un detalle de tus vacaciones

A veces las actividades que nos dan “grandes alegrías”, como las vacaciones, requieren demasiada planificación, dinero, tiempo y esfuerzo, explicó Groff.

Aunque no puedas irte de vacaciones todos los días, puedes encontrar un trocito de vida vacacional para saborearlo ahora mismo, dijo. Quizá en casa puedas repetir los cocteles que tomaste en vacaciones (y comprarte un paquete de las sombrillitas para decorar bebidas).

En lugar de darse un masaje corporal completo, que es caro, dijo Groff, se mete en un salón de manicura y pide un masaje en silla de 10 minutos. Y en vez de salir a cenar a lo grande, se prepara un batido por la tarde y lo pone en un vaso con tallo, que “resulta más divertido”.

Si te encanta pintar, pero no tienes tiempo de sacar el lienzo y los pinceles, puedes proponerte hacer un garabato al día, dijo Groff. Si la jardinería te produce una gran alegría, lleva una pequeña planta de albahaca al trabajo y ofrece a tus compañeros una o dos hojas de albahaca para su almuerzo.

Algunos de mis TLJ favoritos duran menos de un minuto. Por ejemplo, tengo una botella de agua de rosas en mi mesa de trabajo. A veces, cuando la energía decae por la tarde, le pregunto a un compañero: “¿Quieres que te rocíe?”.

Me preocupa estar convirtiéndome en la compañera excéntrica de la oficina, pero la mayoría de mis colegas se ponen en fila y cierran los ojos.

 

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