domingo, 5 de marzo de 2023

Dos jugadores enfrentan las tensiones de la NBA, gracias a sus perros

 

Credit...Cortesía de Cameron Payne

 

Fuente: https://www.nytimes.com

Por: Tania Ganguli ha cubierto la NBA para el Times desde 2021. Antes, cubrió a los Lakers para The Los Angeles Times y una variedad de deportes para otros periódicos de todo el país. @TaniaGanguli

 

Cuando Mikal Bridges fue traspasado de los Phoenix Suns a los Nets a principios de febrero, tuvo que incorporarse a su nuevo equipo sin pasar antes por su casa en Arizona.

Así que le tocó a Cameron Payne, uno de los mejores amigos de Bridges en los Suns, darle la noticia a sus perros, que son los mejores amigos, o eso dicen sus dueños. El momento requería compasión y franqueza, y Payne aportó ambas.

El perro de Bridges, Sonny, es un labrador amarillo. El perro de Payne, Uno, es un bulldog francés de 11 kilos. Estaban holgazaneando por la casa de Bridges en Phoenix cuando Payne se les acercó. Dirigió sus comentarios principalmente a Sonny, cuya rutina se vería más alterada.

“Chico”, recuerda Payne que le dijo al perro, “Uno se queda y, Sonny, creo que tú te vas”.

Sonny y Uno parecieron sopesarlo, o tal vez no tenían ni idea de lo que estaba pasando.

Payne le dijo a Sonny: “Mikal dijo que te quería allá. Mikal se va. Lo negociaron”.

Pero trató de tranquilizar al perro: “Tú y Uno van a seguir siendo los mejores amigos para siempre”.

“Me miró como un loco”, recuerda Payne. “Simplemente me hizo reír. Yo pensaba: ellos realmente son seres humanos, de verdad. Saben exactamente lo que decimos”.

El traspaso llevó a Kevin Durant a los Suns, transformándolos en aspirantes al campeonato, y ofreció una mejora profesional para Bridges, que tendrá un papel más importante en los Nets.

Pero los traspasos pueden ser duros para los jugadores de la NBA, que a menudo desarrollan una estrecha amistad durante las largas horas que pasan juntos en la cancha y en la carretera. Bridges y Payne vivían en el mismo barrio en Phoenix. Se reunían en casa del otro. Hablaban de sus horarios, de las mejores plantillas y de lo que veían en Instagram.

Así que cuando Bridges fue traspasado el 9 de febrero, mientras los Suns estaban en Atlanta, Payne fue directamente a la habitación de hotel de su amigo y se despidió emocionado.

“Simplemente, voy a extrañar solo la diversión, el rompehielos que hace que todo sea genial, siempre pasando un buen rato”, dijo Payne sobre Bridges. “Siempre sonriendo y esas cosas. Voy a extrañar ese tipo de cosas. Siempre alegraba cada día de trabajo”.

Además, ambos amigos estaban unidos por el amor a los perros: Sonny y Uno, cuya relación incluía paseos en carro y peleas por los juguetes, y que ellos mismos relataron en Instagram.

Si la disrupción de estas amistades no es exactamente una tragedia —Bridges y Payne son jóvenes millonarios que admiten mimar a sus perros—, da una idea de lo personal y conmovedor que puede ser el negocio del deporte.

‘¿Por qué estás celoso, chico?’

Bridges, de 26 años y quien es de Filadelfia, fue seleccionado en la primera ronda tras ayudar a Villanova a ganar dos campeonatos de la NCAA, la liga universitaria. Conocido como un gran defensor, este año ganará 21 millones de dólares. Se describe como “una persona sociable” y tenía muchos amigos en los Suns. Pero en los Nets está haciendo amigos rápidamente.

Sonny, que tiene 7 años y ladra cuando quiere jugar con alguien, ha estado en la familia de Bridges desde su segundo año de universidad, quedándose principalmente con la madre de Bridges. Durante la temporada 2020-21, Sonny vino a vivir con Bridges por lo que se suponía que iban a ser dos semanas. Pero nunca se fue.

En Phoenix, Bridges vivía con un amigo que a veces paseaba a Sonny antes de que se levantara de la cama. Uno de los trucos favoritos de Sonny era esperar a que Bridges se levantara, fingir que lo habían descuidado y rogarle que volviera a salir.

“Cree que puede ser más astuto que los humanos”, dice Bridges. “Lo miro desde lejos y pienso: ‘Míralo tratando de ser tan tramposo”.

Payne, de 28 años, también fue seleccionado en la primera ronda, pero rebotó por ligas menores hasta encontrar un hogar con los Suns en 2020. Conocido como un guardia de alta energía, ahora es un jugador con un papel importante en Phoenix.

Payne ha tenido a Uno, que tiene 4 años y le encanta corretear, desde que era un cachorro y lo lleva a casi todas partes. Hace unos años lo llevó a un partido cuando jugaba en los Texas Legends, un equipo de la G-League. Uno se sentó cerca del banquillo, y Payne anotó su primer triple-doble y estaba encantado de que su “hijo” estuviera allí.

Cuando Payne se prepara para salir de viaje, Uno se sienta junto a su maleta. En el pasado, se ha sentado dentro de la maleta de viaje de la novia de Payne, presumiblemente para evitar que se fuera sin él.

Bridges y Payne empezaron a jugar juntos en los Suns en 2020. Se hicieron amigos más rápido que sus perros. Sonny y Uno desconfiaban el uno del otro al principio, y a ninguno le gustaba que su dueño prestara atención al otro perro.

Sonny incluso se ponía celoso si Payne prestaba atención a su propio perro, descuidando a Sonny. Esto desconcertaba a Bridges: “Es como, ‘Hermano, eso no tiene… ¿Por qué estás celoso, chico?”.

Las tensiones se relajaron con el tiempo y la exposición mutua. Los jugadores de los Suns y sus perros pasaban el rato en las instalaciones de entrenamiento del equipo y en casa de la estrella de los Suns Devin Booker, cuyo mastín italiano, Haven, es quizás el perro más famoso del equipo porque aparece en la cuenta de Instagram de Booker, que tiene 5,4 millones de seguidores.

Cuando los Suns perdieron contra los Dallas Mavericks en siete partidos durante las semifinales de la Conferencia Oeste el año pasado, los perros les proporcionaron una especie de consuelo. Cuando Bridges llegó a casa tras el final de la serie, Sonny empezó inmediatamente a lloriquear para que Bridges lo acariciara.

“Le dije: ‘Bueno, ahora voy a estar en casa contigo todos los días’”, cuenta Bridges con desánimo al recordar aquel día. “Te hace olvidar el baloncesto. Llegas a casa y alguien se emociona al verte”.

Un mes después, Bridges cuidó a Uno mientras Payne estaba fuera y publicó los mejores momentos en Instagram. Un video mostraba a Uno deambulando por el asiento trasero del carro de Bridges, mientras Sonny se sentaba delante con Bridges. En otro, Bridges llevó a la pareja a una tienda a mirar juguetes.

“Dos juguetes cada uno”, les dijo Bridges en el video. Le hizo saber a Uno que con él estaría tan mimado como en su casa.

Más tarde, ese mismo día, Bridges dribló con una pelota de tenis delante de los dos perros. Uno intentó, sin éxito, jugar a la defensiva y arrebatarle la pelota a Bridges. Persiguió la pelota mientras Bridges se cruzaba con él. Sonny lo tenía claro. Esperó a que Bridges soltara la pelota y corrió tras ella.

“Sonny está frito desde chiquito, así que se relaja”, escribió Bridges en el pie de foto del video.

Personalidades compatibles

Se dice que los perros y sus dueños suelen desarrollar rasgos similares. Al preguntarle si alguna vez había notado similitudes entre Payne y Bridges y sus perros, Booker se detuvo un momento a reflexionar.

“Definitivamente Uno y Cam”, dijo. Levantó las cejas mientras pensaba más en eso.

“Sonny y Mikal, también”.

“Uno entra y es la energía de la sala, pase lo que pase. Es un poco más pequeño que otros perros, pero sigue siendo la energía cuando entra”, continuó Booker, tal vez haciendo una referencia vaga a la estatura relativamente pequeña de Payne, de 1,85 metros.

“Sonny está por todas partes”, dijo Booker, sugiriendo que Bridges también lo está.

Bridges y Payne se extrañarán, pero afirmaron que tanto ellos como sus perros seguirán estando muy unidos.

“C. Payne es mi mejor amigo”, dijo Bridges: “Y Uno, es pequeño”.

Bridges hizo la pantomima de llevar al perrito como un corredor llevaría un balón de fútbol americano.

“Así, cuando C. Payne vuela, puede llevarlo con él. Es un poco más fácil para viajar. Pero Sonny echará mucho de menos a su amigo”.

Payne dijo que sabía que el traslado de Sonny a Brooklyn dejaría un hueco en la vida de Uno.

“Ha sido uno de los pocos perros con los que ha pasado tiempo”, dijo, y añadió: “Tengo que conseguirle un nuevo amigo del equipo”.

 

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