¿El embarazo significa pausar tu entrenamiento? ¿Es seguro ejercitarse durante la lactancia? En este capítulo de Comer Para Ganar resolvemos las dudas más comunes que enfrentan las mujeres activas antes, durante y después del embarazo.Si eres mamá, estás por serlo o trabajas con mujeres deportistas, este episodio es para ti.
Por:Editado por Felipe Espinosa Wang con información de The Guardian, New Scientist y The Global Helath.
Durante décadas, se nos ha hecho creer que una vida más larga y saludable depende casi exclusivamente de nuestras decisiones personales: dietas estrictas, rutinas de ejercicio intensivo o las últimas modas de bienestar que circulan en redes sociales. Pero para Devi Sridhar, profesora de Salud Pública Global en la Universidad de Edimburgo, esta
narrativa es, en el mejor de los casos, una verdad a medias. Según ella,
se trata de un mito que desvía la atención de los factores estructurales que realmente determinan nuestra salud.
La investigadora, en su libro How Not to Die (Too Soon) (Cómo no morir [demasiado pronto]: las mentiras que nos han contado y las políticas que pueden salvarnos),
demuestra que, contrariamente a la visión individualista predominante,
son las políticas de salud pública y las decisiones gubernamentales las
que verdaderamente determinan nuestra longevidad, ejerciendo un impacto
considerablemente mayor que cualquier batido depurativo o entrenamiento
de moda.
En otras palabras, el enfoque excesivo en la responsabilidad
individual puede resultar empoderador, pero, según Sridhar, distrae del
verdadero factor determinante: las condiciones en las que vivimos. Y es
que de poco sirve contar calorías o perfeccionar posturas de yoga si
respiramos aire contaminado, carecemos de agua potable o nos enfrentamos a carreteras peligrosas diariamente.
con New Scientist,
Sridhar sostiene que alrededor del 20 % de las muertes en países de
ingresos altos podrían evitarse con mejores políticas públicas y que,
por ejemplo, Japón tiene la mitad de ese porcentaje debido a sus
políticas efectivas en salud pública.
Al ser consultada sobre si asumir la responsabilidad de nuestra
propia salud carece de sentido, Sridhar aclara categóricamente que no.
"Es súper efectivo si puedes hacerlo. Puedes elegir ser saludable si
tienes recursos, tiempo y educación", asegura. Sin embargo, como explica
a New Scientist, "la idea de que los individuos son
completamente responsables de su salud –que es lo que se nos está
proyectando– no refleja las realidades de las vidas de las personas".
Así, según explica, la verdad incómoda es que el lugar donde vivimos y
nuestras circunstancias afectan drásticamente cuánto tiempo viviremos.
Mientras que las élites tienen acceso
a todo tipo de ventajas –desde costosos centros de ocio hasta chefs
personales– el resto nos enfrentamos a realidades mucho más complejas.
"Puedes convertirte en un 'caso atípico' saludable si tienes dinero, tiempo y recursos", señala Sridhar en una columna de opinión publicada en The Guardian.
"Hay una razón por la que ser miembro de la realeza es una de las
formas más seguras de vivir una vida larga y saludable. Pero para
aquellos de nosotros que somos plebeyos, no hay forma de escapar
completamente de los factores sociales", agrega.
El verdadero camino hacia la longevidad
Durante gran parte del siglo pasado, la esperanza de vida
aumentó continuamente. Sin embargo, esta tendencia se ha revertido en
varios países ricos. Según datos citados por Sridhar, en Gran Bretaña la
esperanza de vida ha disminuido en seis meses, y en Estados Unidos en
2,33 años.
Mientras tanto, en lugares como Japón –donde hay un 80 % menos de
cáncer de mama y de próstata que en Norteamérica– la clave, según
Sridhar, no está en una obsesión cultural con los libros de autoayuda,
sino en políticas públicas efectivas. Así, continua, resulta revelador
que la industria de las dietas
en el Reino Unido mueve aproximadamente 2.000 millones de libras al
año, mientras que en Japón apenas alcanza los 42,8 millones de dólares.
"Lo que destaca de estos lugares es que las personas no solo toman
decisiones individuales que les llevan a mejorar su salud, sino que
viven en sitios donde el gobierno y la cultura han normalizado los
estilos de vida saludables", explica Sridhar.
Las diferencias entre países –y dentro de ellos– son abismales. Según
cifras recogidas por la investigadora, solo en la última década, las
armas de fuego causaron 2,75 millones de muertes, en su mayoría de
hombres jóvenes en países como Brasil, México, Colombia o Estados
Unidos. Y mientras la tasa global de muertes por armas apenas ha variado
entre 1990 y 2019, las muertes siguen concentrándose en los mismos
lugares, y afectan sobre todo a quienes viven en zonas pobres.
Por eso, Sridhar insiste en que necesitamos repensar nuestra obsesión
con la autoayuda. "No necesitamos más investigación”, afirma
provocativamente. "Sabemos mucho. Probablemente podemos llegar al 90 por
ciento del camino con el conocimiento existente sobre cómo mejorar la
salud pública a nivel poblacional".
En otras palabras, de acuerdo con la científica, lo que falta es voluntad política.
Casos exitosos de intervención gubernamental en salud
Un ejemplo de intervención gubernamental exitosa destacado por Sridhar es el caso de Dunblane, Escocia.
Tras un tiroteo escolar en 1996, se implementó una estricta legislación
sobre armas que ha resultado en "décadas sin tiroteos masivos en
escuelas británicas".
"Hubo una decisión deliberada de crear el NHS [Servicio Nacional de
Salud británico]. No pasó al azar", enfatiza Sridhar. "Todo lo que
tenemos es un conjunto de decisiones políticas que se tomaron antes, a
veces hace décadas, de las que nos estamos beneficiando hoy", agrega.
Parte del problema es cómo se promociona la salud pública. "Parece
que pensamos que las cosas que se nos comercializan y venden de la
manera correcta son mejores", dice Sridhar a New Scientist. "Creo que hay un problema real de marketing en salud pública".
La desinformación
también juega un papel crucial. "Si yo saliera y dijera: '¿Sabes cuál
es el secreto para una vida más larga? ¡Gin tonic!', obtendría un millón
de clics", bromea Sridhar, destacando cómo la popularidad a menudo
supera a la precisión en las redes sociales.
Prevención: la clave olvidada del sistema sanitario
Si la autora estuviera a cargo del NHS, su enfoque sería claro:
prevención. "Gastamos mucho menos en prevención y mucho más en atención
aguda", lamenta. "Podríamos tener un programa donde las personas vayan y
se revisen la presión arterial una vez al año. Podría costar más en el
primer año, pero cinco o 10 años después, estás ahorrando dinero".
Sridhar, quien se ha propuesto personalmente llegar a los 100 años
con buena salud –una meta para la que, según la calculadora de esperanza
de vida de la ONS, tiene un 9,3 % de probabilidades–, invita a
reflexionar sobre la legendaria búsqueda de la inmortalidad emprendida
por Ponce de León en el siglo XVI, cuando en España la esperanza de vida
apenas alcanzaba los 25 o 30 años.
Aunque conoce bien el mundo del bienestar –ha probado disciplinas
como HIIT, yoga, spinning e incluso pilates sobre paddleboard, y se
formó como entrenadora personal–, Sridhar sostiene que la verdadera
clave para una vida longeva nunca estuvo en esa fuente mítica de
juventud del explorador español, ni en la disciplina individual llevada
al extremo.
Para ella, la lección más valiosa que deja la historia es clara:
vivir más y mejor depende sobre todo de contar con gobiernos estables,
servicios públicos sólidos, avances científicos y comunidades que
favorezcan la salud colectiva. En definitiva, su experiencia como
científica le ha enseñado que, por más rutinas y superalimentos que
sigamos, los factores más determinantes para nuestra longevidad están
fuera del control individual.