domingo, 29 de noviembre de 2020

martes, 24 de noviembre de 2020

Video: 5 señales de que tienes problemas de corazón (Y que muchos ciclistas ignoran) | SOLAENBICI

 

 

Fuente: SOLAENBICI

 

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Meme 24/11: Yo, saliendo a correr con lentes, audifonos y cubrebocas

 


 

 

¿Ejercicio con el rostro cubierto? No es tan malo

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com

 

Hacer ejercicio durante la pandemia ha sido un reto para muchos de nosotros. Los gimnasios están cerrados o tienen una ocupación limitada, al igual que los parques, piscinas, caminos y otras instalaciones recreativas. Si los senderos están abiertos, a menudo están atascados, lo que dificulta el distanciamiento social cuando caminamos, paseamos, cabalgamos, trotamos o hacemos ejercicio.

Las recomendaciones y requisitos en torno a las mascarillas han creado complicaciones adicionales. Pocas personas que hacen ejercicio, incluyéndome, se ponen los cubrebocas con entusiasmo cuando se trata de entrenamientos vigorosos, convencidos de que harán que nos sude la cara, que la respiración sea difícil y que los entrenamientos sean más agotadores. Reorganizamos el tiempo y los lugares de nuestros trotes y paseos para poder ejercitarnos cuando hay poca gente cerca y dejarnos el rostro descubierto. O simplemente no entrenamos.

Pero para aquellos de nosotros convencidos de que usar un cubrebocas hará que el ejercicio sea más difícil o más desagradable, dos nuevos estudios ofrecen un contrapunto estimulante. Ambos encuentran que las mascarillas no afectan negativamente a los entrenamientos vigorosos, ya sean de tela, quirúrgicas o del tipo N95. Los hallazgos pueden sorprender pero también animar a cualquiera que espere permanecer seguro y activo en las próximas semanas y meses, a medida que los casos de coronavirus aumentan en Estados Unidos y otros lugares.

La mayoría de nuestras expectativas sobre las mascarillas y el ejercicio se basan en anécdotas e ideas preconcebidas. Poca ciencia del pasado ha examinado si y cómo los cubrebocas afectan a los entrenamientos serios. Los pocos experimentos anteriores relevantes se centraron principalmente en los trabajadores de la salud que llevaban mascarilla al caminar, para ver si el estar activo mientras se las usaba afectaba su pensamiento u otras capacidades. (No sucedió, según muestran los estudios).

Pero caminar suavemente no es correr, andar en bicicleta u otras rutinas más vigorosas, y no hemos tenido evidencia científica sobre cómo el uso de una mascarilla podría alterar esos entrenamientos. Así que, recientemente, dos grupos de científicos decidieron, por separado, investigar el tema.

El primero de los grupos en publicar sus hallazgos, en septiembre en el Scandinavian Journal of Medicine & Science in Sports, se concentró en las mascarillas quirúrgicas y respiratorias N95 durante el ejercicio. Los investigadores, la mayoría de ellos afiliados al Campus de Atención Médica de Rambam en Haifa, Israel, invitaron a 16 hombres adultos sanos y activos al laboratorio, donde comprobaron los ritmos cardíacos, la presión arterial, la saturación de oxígeno, los ritmos respiratorios y los niveles actuales de dióxido de carbono. Luego les colocaron tubos nasales delgados que recogían sus respiraciones para su análisis y, en tres visitas separadas al laboratorio, les pidieron que montaran una bicicleta estacionaria.

En cada visita, los hombres, de hecho, completaron una prueba de pedaleo hasta el agotamiento, durante la cual los investigadores aumentaron gradualmente la resistencia en la bicicleta estacionaria, como en una larga e implacable subida de colina, hasta que los hombres apenas podían girar los pedales. Durante todo el proceso, los investigadores monitorearon el ritmo cardiaco, la respiración y otras medidas fisiológicas de los ciclistas y les preguntaron repetidamente qué tan difícil se sentía el ejercicio.

Durante una sesión de pedaleo, los rostros de los hombres estuvieron descubiertos. Pero en las otras dos sesiones, se pusieron una mascarilla quirúrgica de papel desechable o un respirador N95 ajustado.

Después, los científicos compararon las respuestas fisiológicas y subjetivas de los ciclistas durante cada sesión y encontraron pocas variaciones. Usar mascarilla no había hecho que el ciclismo se sintiera o fuera más agotador y no había cansado a los ciclistas antes de tiempo. El único efecto sustancial fue el de las mascarillas N95, que aumentaron ligeramente los niveles de dióxido de carbono en la respiración de los ciclistas, probablemente porque las mascarillas estaban muy ajustadas. Pero ninguno de ellos se quejó de opresión en el pecho, dolores de cabeza u otros problemas respiratorios.

La mayoría expresó cierta sorpresa, en cambio, de que las mascarillas no les hubieran molestado, dice Danny Epstein, médico del departamento de medicina interna del Campus de Atención Médica de Rambam, quien dirigió el nuevo estudio. Ellos “habían creído que su desempeño se reduciría con el uso de cubrebocas”, dice.

De manera similar, los investigadores del segundo estudio sobre el uso de mascarillas, que fue publicado este mes en el International Journal of Environmental Research and Public Health, formularon la hipótesis de que usar cubrebocas haría que las personas que hacen ejercicio se sintieran incómodas y cansadas. Para confirmarlo, dirigieron a un grupo de 14 hombres y mujeres sanos y activos a realizar las mismas sesiones de ejercicio “hasta el agotamiento” que en el estudio israelí, mientras que los voluntarios alternativamente o no llevaban mascarilla o usaban un paño de tres capas o una cobertura facial quirúrgica. Los investigadores vigilaron los niveles de oxígeno en la sangre y los músculos de los ciclistas, los ritmos cardíacos, otras medidas fisiológicas y la sensación de los ciclistas de cuán duro era el ejercicio.

Después, contrariamente a su hipótesis, no encontraron diferencias en la experiencia de los ciclistas, tanto si habían usado una mascarilla como si no.

“A partir de los resultados de nuestro estudio, no creo que los cubrebocas puedan hacer que los entrenamientos se sientan peor”, dice Philip Chilibeck, profesor de kinesiología de la Universidad de Saskatchewan en Canadá, que supervisó el estudio.

Por supuesto, los dos nuevos estudios reclutaron a adultos sanos y activos. No sabemos si los resultados serían los mismos en personas mayores, más jóvenes, en peor estado físico o con problemas respiratorios preexistentes. Los estudios también incluyeron el ciclismo. Los resultados probablemente serían similares en el atletismo, el entrenamiento con pesas y otras actividades vigorosas, dicen tanto Epstein como Chilibeck, pero eso, por ahora, sigue siendo una presunción. Y, obviamente, los estudios observaron cómo los cubrebocas afectan al portador, no si y hasta qué punto las diferentes cubiertas faciales previenen la propagación de las gotículas respiratorias durante el ejercicio.

Aún así, los hallazgos sugieren que cualquiera que dude en usar una mascarilla durante el ejercicio debería probar una, aunque mejor no la mascarilla N95, dice Epstein, ya que las de este tipo aumentaron ligeramente los niveles de dióxido de carbono de los ciclistas y, de todos modos, deberían reservarse para los trabajadores de la salud.

“La COVID-19 cambia todos los aspectos de nuestra vida y hace que las cosas simples sean más complicadas”, dice Epstein. “Pero podemos aprender a seguir haciendo las cosas esenciales, como el ejercicio. Aprendí a pasar largas horas con equipo de protección personal” —lo que significa cubrir toda la cara y llevar otras ropas protectoras— en el hospital. Así que creo que podemos acostumbrarnos a ir al gimnasio”, y a los caminos y aceras y senderos concurridos, “con un cubrebocas”.

 

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lunes, 16 de noviembre de 2020

Meme 16/11: ¿Y si me levanto a entrenar?

 


 

 

No me mate, señor conductor

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com

Por:

 

Colombia exporta ciclistas de élite, y en sus ciudades se realizan cada día cientos de miles de viajes en bicicleta. Pero al mismo tiempo decenas de personas mueren arrolladas mientras pedalean.

Cuando ruedo por Bogotá suelo pensar en la muerte. Las ideas más frecuentes son leves y me ayudan a estar alerta: una llanta pinchada, una caída tonta, un choque inofensivo contra otro ciclista. Pero a veces mi paranoia se desboca; imagino que un carro me embiste y vuelo varios metros antes de aterrizar sobre el pavimento. Mis miedos por fortuna siguen siendo imaginarios. Pero están basados en experiencias reales de colegas malogrados. Como José Duarte, un vigilante de 56 años que pedaleaba al norte de la ciudad en su día libre cuando fue golpeado por un camión y murió.

Bogotá ocupa el puesto 12 global entre las ciudades “más amigables” con la bicicleta, y es la ciudad más ciclista de América, con 635 kilómetros de carriles exclusivos y 1,2 millones de viajes diarios que se realizan cada día en la zona metropolitana. El 13 por ciento de los desplazamientos en la capital se realiza en bicicleta. Este año, estimulado por la pandemia, su uso en Bogotá y la periferia aumentó un 62 por ciento. Pero el auge ciclista ha sido fatal para muchos colegas: 249 han muerto este año en Colombia.

Urge en nuestras sociedades entender este momento como una gran oportunidad cívica. Es hora de bajarnos del carro, ese cascarón de metal cuya oferta de libertad y movimiento naufragó en los atascos de casi todas las ciudades. Colombia, el corazón ciclista del continente, ya tiene un trecho ganado. Pero otras ciudades de América Latina pueden elevar también su apuesta por una forma de movilidad que se adapta mejor a las nuevas condiciones de seguridad y salud pública. Una Colombia aún más ciclista sería una buena noticia para nuestras ciudades pospandemia.

Las vías de este país siguen siendo peligrosas para quienes preferimos este medio de transporte. Muchos colombianos, que suelen reunirse frente a los televisores para animar a sus paisanos en las grandes carreras internacionales de ciclismo, luego suben a sus carros y tratan a los aficionados como estorbos que deben ser expulsados de la ruta.

Desde 2016 existe una ley que busca estimular el uso de la bicicleta en todas las vías del país. La norma permite a los ciclistas usar un carril completo y ordena a los conductores conservar metro y medio de distancia entre sus carros y las bicicletas. Pero muy pocos conocen la ley, y casi nadie la cumple. Más allá del papel nuestra sociedad necesita honrar el sentido común para disminuir las muertes de ciclistas.

Colombia tiene una relación antigua y apasionada con los pedales. La vuelta al país en bicicleta nació en 1951 como un fenómeno deportivo y social, pero también como una herramienta de pacificación política en tiempos de violencia interna. Los ciclistas colombianos han sido por décadas los únicos latinoamericanos que sobresalen en las principales competencias, y el ciclismo es la disciplina deportiva que más victorias le ha dado al país. Claudia López, la alcaldesa de Bogotá, suele moverse en bici y está impulsando más infraestructura para los ciclistas, mientras otras ciudades del país imitan este ejemplo.

Pero nos siguen matando. Por cada dos homicidios que ocurren en esta nación violenta, sucede también una muerte en las vías. Y al riesgo de accidentes se suman los robos. Hasta septiembre de este año se han reportado 7993 denuncias por hurto de bicicleta en Bogotá; 2093 casos más que en el mismo lapso de 2019.

Las cifras, sin embargo, no alcanzan a transmitir la agresividad salvaje que he padecido en varias salidas. Muchos conductores, llenos de impaciencia y ansiedad, lanzan con violencia sus vehículos contra los ciclistas, el eslabón más vulnerable entre todos los que compartimos las calles. Esta amenaza desestimula a muchos novatos, que prefieren encerrarse en sus vehículos o hacinarse en el transporte público. Justo cuando la bicicleta se ha revelado como la gran alternativa de movilidad, especialmente en tiempos de pandemia.

Pedalear es la forma más segura de moverse para evitar la transmisión de la COVID-19. Por eso la venta de bicicletas se ha disparado hasta un 5000 por ciento en Estados Unidos. Los grandes fabricantes globales han agotado su inventario en los últimos meses. Y varias ciudades de Europa, entre ellas París con el Plan Vélo, han acelerado su conversión urbana hacia el pedaleo.

La bicimensajería, además, es otra actividad que ha crecido en Colombia desde la llegada del virus. Y se ha convertido en un refugio laboral para miles de jóvenes desempleados, la mayoría migrantes que llegaron desde Venezuela. Junto a ellos, las avenidas se han llenado de más y más ciclistas recién salidos a la pista.

Este nuevo auge debe venir acompañado de seguridad y menos estrés para millones de usuarios. Un informe realizado en Bogotá reveló que no basta con construir carriles exclusivos. Además es preciso identificar las conexiones más difíciles dentro de la red vial, y construir un ambiente urbano que transmita seguridad y confianza a los ciclistas.

Holanda es el caso paradigmático que citan los expertos en movilidad cuando mencionan ejemplos de transformación. Su revolución nació precisamente como respuesta a los arrollamientos. En los años setenta, cuando en ese país todavía rodaban montones de autos, muchos niños murieron sobre las vías. El problema se volvió intolerable, estallaron las protestas y la respuesta fue bajarle la velocidad al transporte.

Es una decisión democrática y de salud pública. En Bogotá los carros ocupan el 80 por ciento de las vías, pero solo transportan, según la Alcaldía, hasta un 20 por ciento de las personas. Los ciclistas ocupamos poco espacio, conservamos el aire limpio y nos mantenemos alejados de los hospitales, tan saturados en esta época de pandemia.

El reto para Colombia, y para muchas sociedades que están apostando por esta forma de movilidad ágil y económica, es acompañar el nuevo entusiasmo con infraestructura, legislación eficaz y campañas educativas que nos protejan a quienes pedaleamos. Una ciudad civilizada no es aquella donde unos pocos pueden moverse en sus vehículos a gasolina. Es, por el contrario, otra más silenciosa y menos angustiada, donde incluso los niños pueden ir a la escuela en bicicleta sin el riesgo de morir sobre la carretera.

Al final basta con tener un poco de conciencia frente a los otros. Cuando me vea rodando sobre la vía, señor conductor, cuídeme. No me mate.

 

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Podcast El Maillot Semanal #158: Y los Premios El Maillot 2020 son para...

 

 

Entradilla (00:00 - 06:09)
Actualidad, fichajes y rumores (06:09 - 40:10)
Premios El Maillot 2020 (40:10 - 2:12:22)

Podcast: El Maillot Semanal  

 

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jueves, 12 de noviembre de 2020

Podcast El Sello Ciclista: Entrevista a Xabier Artetxe, entrenador de Carapaz

 

 

Hoy hablamos con Xabier Artetxe, entrenador de Richard Carapaz, Egan Bernal entre otros ciclistas del equipo INEOS. Artetxe analiza el rendimiento de Carapaz en esta temporada y de La Vuelta 2020. También habla de los objetivos para 2021 y nos cuenta mucha información 101% ciclista.  

Fuente: EL SELLO CICLISTA


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martes, 10 de noviembre de 2020

Video: BEST OF | La Vuelta 20

 

 

The 2020 season of cycling ended this Sunday in Madrid with a fast and furious finish dominated by the German sprinter Pascal Ackermann (Bora-Hansgrohe), claiming victory a handful of millimetres ahead of the Irishman Sam Bennett (Deceuninck-Quick Step). Primoz Roglic (Jumbo-Visma) survived the day to claim the overall victory again, after he became in 2019 the first Slovenian rider to win a Grand Tour. Primoz Roglic said it again and again during La Vuelta 20: “I always want to win.” His late debut in cycling, after a first career as a ski jumper, probably incite him to enjoy to the fullest his best years on the bike. The riders can now celebrate their achievements in a unique year of racing and prepare for the 2021 season.

Fuente: La Vuelta

 

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Los peruanos seguimos jugando: Lima 2019 gana premios Gran Effie y Effie Oro



Fuente: https://andina.pe


El Proyecto Especial Legado de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos recibió los premios Gran Effie y Effie Oro 2020 en la categoría Grandes Eventos, por la campaña publicitaria de los Juegos Lima 2019 bajo el concepto "Jugamos todos".

La campaña de Lima 2019, en conjunto con las agencias Circus Grey, Wunderman Thompson Perú y OMD Perú como socios estratégicos, apeló al orgullo de los peruanos por su cultura y logró que la población avalara la realización del evento multideportivo y que 717,448 personas asistieran a las ceremonias y a las competencias deportivas.

El director ejecutivo de Legado, Alberto Valenzuela, expresó su satisfacción por estos galardones. “Lima 2019 fue más que un evento; demostró que cuando los peruanos nos unimos podemos hacer cosas grandes. Agradecemos enormemente este reconocimiento y a nuestros socios estratégicos en esta tarea". 

Agregó: "Como dijimos el año pasado, los peruanos jugamos todos. Y de aquí en adelante, como Legado de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, los peruanos seguimos jugando”.

Dos años antes del evento, solo el 61 % de peruanos apoyaban la realización de los Juegos. Resultó clave que las campañas publicitarias fomenten el orgullo cultural y optimismo por ser el país anfitrión, lo que se reflejó en el respaldo del 90 % de la población y generó con ello un vínculo emocional con Lima 2019 que permanece hasta el día de hoy.

"Jugamos todos"

El equipo que llevó adelante la campaña manejó el concepto de "Jugamos todos" en cada una de sus tres etapas. En la primera se destacó la reunión de las culturas milenarias de América en Lima, mientras que en la segunda se buscó fomentar la compra de entradas para hacer sentir la localía. En la tercera fase se dio a conocer que el evento era de todos los peruanos y se destacó la importancia de ser buenos anfitriones y demostrar nuestros valores.

Por su parte, Zinka Mendoza y Paul Thorndike, CEO de las agencias Circus y Wunderman Thompson, respectivamente, agradecieron a los atletas, paraatletas y voluntarios de los Juegos Lima 2019 por haber dado lo mejor.

“Muchos en el país creían que no estaríamos a la altura del reto. Sin embargo, el empuje de un equipo increíble logró consolidar a los Juegos Panamericanos como los mejores de la historia”, comentaron tras agradecer a todo el equipo por la entrega, al proyecto por la confianza y al Effie por este reconocimiento tan importante.

Premiación

La ceremonia de los Effie Awards Perú 2020, que reconoce localmente las campañas en publicidad que destacan por tener una estrategia basada en la percepción, la creatividad y resultados, se celebró de manera virtual con la participación de los miembros del jurado y participantes nominados la noche del 3 de noviembre.


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domingo, 8 de noviembre de 2020

Meme 08/11: Y de repente llega alguien y te aparta de los entrenamientos y las carreras...

 


 

 

Emojis: un lenguaje emocional por Jorge Carrión

 


 

Fuente: https://www.nytimes.com

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BARCELONA — Supongo que soy un clásico: mi emoji favorito es el corazón rojo. Pensé mucho en él cuando terminó la cuarentena en España y mis padres pudieron al fin visitarnos, después de dos meses sin ver a sus nietos. Mi madre nos llenó la nevera de envases con carnes y pescados cocinados y el congelador, con botellas de caldo. Para esa generación nacida en la postguerra española cocinar tal vez sea el modo principal de decir te quiero. Para la nuestra, quizá sea mandar un ❤️.

Los emoticonos [:-)] y su evolución, los emojis [😊] representan el mundo tal y como lo entendemos en 2020. Diverso en los colores de piel y en las formas del amor y de la familia; humano, vegetal, animal y algorítmico; más iconográfico que alfabético; viral y, sobre todo, emocional. Un mundo con conversaciones cada vez más intergeneracionales y globales que ha encontrado en ese idioma visual su propia lengua franca.

Aunque tengan más de veinte años de historia, los emojis se han vuelto imprescindibles durante la segunda década del siglo XXI, que ha estado marcada por las redes sociales y los teléfonos inteligentes en general y WhatsApp y WeChat en particular. Ese vocabulario transversal de caritas y símbolos, ese traductor intuitivo de los estados de ánimo, ese generador simpático de notificaciones se ha convertido en la semántica y la gramática más extendidas de nuestra época.

La razón última de su gigantesca popularidad es que los emoticonos se encuentran en la exacta intersección entre el capitalismo emocional y el capitalismo de plataformas. Como dice Eva Illouz en Intimidades congeladas, el primero es “una cultura en la que las prácticas y los discursos emocionales y económicos se configuran mutuamente”, de modo que la vida emocional “sigue la lógica del intercambio y las relaciones económicas”. Nick Srnicek, por su lado, argumenta en Capitalismo de plataformas que se trata de un nuevo y muy rentable sistema de extracción de datos, basado en la entrega constante de información sobre nuestros gustos, consumos, relaciones personales y sentimientos.

Desde el punto de vista de los valores clásicos, los emoticonos suponen un retroceso, porque boicotean el aprendizaje de la ortografía o la formulación de párrafos con oraciones subordinadas. Desde la perspectiva de la viralidad, en cambio, se trata del grado cero de las neolenguas de nuestra época, una forma de expresión democrática y un importante puente entre personas de diferentes procedencias sociales, culturales y generacionales. Una inesperada versión icónica del esperanto.

La lengua planificada que creó el polaco L. L. Zamenhof en 1887 y que durante algunas décadas del siglo pasado pareció que podría conseguir imponerse mundialmente ha fracasado en su formulación lingüística original y en su espíritu utópico, pero ha triunfado en su evolución o traducción icónica y como marca registrada. Porque el idioma artificial tenía como objetivo ser patrimonio de la humanidad y asegurar la comunicación más allá de las barreras idiomáticas, étnicas y estatales. Y eso es, justamente, lo que permiten los emoticonos; pero su triunfo se ha debido al interés corporativo, el de la marca Emoji y el de los fabricantes de telefonía móvil y nuevas formas de comunicación.

Los emojis son fugaces como una carcajada o un sonrojo. Virales como memes que se pueden repetir hasta el infinito. Y, por acumulación, constituyen conversaciones que se parecen a cardiogramas, por su reproducción de los entusiasmos y los enfados del día a día.

Nuestra vida está llena de urgencias y, por tanto, de abreviaturas. Vivimos inmersos en una “cultura snack”, por usar la formulación que el ensayista argentino Carlos A. Scolari ha convertido en el título y el concepto central de su último libro. Por eso nos hemos acostumbrado a condensar las propuestas y respuestas emocionales y sentimentales, a comprimirlas en forma de una ráfaga de emojis, en vez desarrollarlas en largos mensajes de audio o de texto.

Los emoticonos no están solos en esa voluntad de comprimir la información que articula nuestras existencias. Forman parte de un sistema de símbolos que se han convertido en nuestras monedas de uso más corriente. En su familia expandida están el bocadillo de cómic que quiere decir conversación, los likes de Facebook o Instagram, el sobre que significa mensaje, la papelera en miniatura que todos tenemos en nuestro correo electrónico y en la pantalla de nuestro ordenador, el doble check de leído en los mensajes de Whatsapp o los stickers. Una constelación simbólica de notificaciones, herramientas y mensajes que son el abecé de nuestra relación con el mundo.

Mis hijos, que todavía no saben escribir, le envían emoticonos a sus abuelos. Mi madre se ha aficionado a este: 🐣. Cuando la ley y el virus lo permiten, les trae sus platos favoritos. En estos tiempos tan difíciles hay que decir más te quiero. Que cada cual lo haga como prefiera. Con palabras, con regalos, cocinando, con gestos, con canciones, con flores, con fotos, con vídeos o con ❤️.

Pero no seamos ingenuos. Al mismo tiempo que aprendemos a expresar nuestras emociones como no supieron hacerlo nuestros padres o abuelos, lo hacemos según los códigos que más le interesan a las plataformas que deciden las líneas mayores de la economía internacional. Si queremos entender las reglas de esa nueva realidad, la del capitalismo emocional, debemos preguntarnos las razones posibles de por qué expresamos la amistad, el cariño o el amor del modo en que lo hacemos. Solo el conocimiento y la crítica nos dan un cierto margen de libertad.

 

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lunes, 2 de noviembre de 2020

Meme 02/11: Faltan 3 minutos para la partida, llegas tarde y empiezas a buscar a tus amigos...

 


 

 

Podcast El Maillot Semanal #156: Carapaz, de rojo antes de Ézaro y La Covatilla

 

 

Podcast: El Maillot Semanal  

 

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Video: #TDF2021 - Live presentation of the Tour de France 2021!

 

 

Follow the live presentation of the Tour de France 2021 with the reveal of the official route! It is said that when the wind blows, no one navigates turbulence better than Bretons. In the past few weeks, they have shown themselves to be up to the challenge and opportunity. They have also demonstrated their loyalty to the Tour de France when the skies darkened over Copenhagen. The congested 2021 summer sporting calendar has forced the Tour's first visit to Denmark to be postponed until 2022. Instead of heading north, the 108th edition will travel west and its first stage will be held in Brest, which is only second to Paris in terms of hosting the Grand Départ. In previous Tour starts from the tip of Brittany, the way was paved for Fausto Coppi's success in 1952, Eddy Merckx's last victory in 1974, and then Carlos Sastre's in 2008.

Fuente: Tour de France
 

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Iker Casillas lo recuerda todo

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com

Por:  

 

De vez en cuando, al pasearse por las líneas de banda de las instalaciones de entrenamiento del Real Madrid, le pedían a Iker Casillas que hiciera su famoso truco. Un entrenador o un compañero de equipo le decía la fecha de algún partido en el que había participado y el nombre de un oponente: 5 de enero de 2002, Deportivo de La Coruña. Casillas se quedaba pensando un momento y luego decía el marcador.

Según sus propias estimaciones, Casillas acierta en un 98 por ciento de las ocasiones. Si se considera el contexto, es un impresionante índice de aciertos. La categoría “Partidos jugados por Iker Casillas” es considerable, incluso para el mismo Casillas. Su carrera abarcó tres décadas y dos siglos. Entre el Real Madrid, el FC Oporto y la selección española, acumuló más de mil partidos.

En un mundo ideal, esa lista seguiría creciendo. En agosto, Casillas anunció su retiro, a la edad de 39 años. No le quedó de otra. En mayo de 2019, comenzó a sentir un dolor en el pecho, la boca y los brazos durante una sesión de entrenamiento con el Oporto. Los médicos del club lo trasladaron al hospital y, después de someterlo a una operación, le informaron que había sufrido un infarto.

Mientras se recuperaba, pensaba en su regreso a las canchas. Estaba disfrutando su estadía en Portugal, le gustaba la “tranquilidad” que había encontrado ahí en el otoño de su carrera. Lo incluyeron como parte de la escuadra del Oporto para la temporada pasada. Y, unos cuantos meses después del infarto, estaba de nuevo en el gimnasio.

Sin embargo, con el tiempo entendió la recomendación de los médicos. “Los doctores dijeron que lo mejor que podía hacer era parar”, comentó Casillas. Para los deportistas es difícil renunciar, hacerse a un lado —según Casillas, es tanto una identidad como un trabajo—, pero también es esposo y padre de dos hijos pequeños. “Había un riesgo”, mencionó. “Y, si hay un riesgo, entonces es absurdo seguir adelante”.

Por lo tanto, ahora lo único que le quedan son los recuerdos: vívidos, brillantes y precisos en un 98 por ciento, y no solo para los marcadores, sino también para las sensaciones.

Recuerda lo que pensaba mientras iba caminando para recoger el trofeo en Viena en 2008, pocos segundos antes de que España fuera coronada de manera oficial como campeona de Europa, su primer honor internacional desde 1964. “Habíamos roto la maldición que parecía tener el fútbol español”, afirmó.

Casillas recuerda lo normal que se sintió esa caminata dos años después, en el estadio Soccer City de Johannesburgo, después de que el gol de Andrés Iniesta convirtió a España en campeona del mundo. “Fue histórico, pero no lo valoras así en ese momento”, señaló Casillas. “Crees que es normal: ‘Ganamos las Euros, ganamos el Mundial, somos un equipo fuerte’”.

Y Casillas recuerda cuando, en 2012, España retuvo la corona europea: se sintió como si ese equipo “hubiera jugado contra los Globetrotters o el Dream Team de 1992 y les hubiéramos ganado”.

Según Casillas, todos son recuerdos reales, no fantasmas de recuerdos sino recuerdos fotográficos compuestos por capas que se compactan con el tiempo. Es una bendición, claro está, recordar con tanta claridad todos esos momentos culminantes: los trofeos ganados y los triunfos conseguidos, para los clubes y el país. Sin embargo, también es una maldición, porque Casillas recuerda las derrotas con la misma exactitud. Después de todo, su memoria funciona igual de bien para los momentos que preferiría olvidar.

Unos días antes de que conversáramos, Casillas había retuiteado un video de la cuenta oficial de la Liga de Campeones de la UEFA. Era un montaje de su actuación en Anfield, en 2009, como capitán del Real Madrid en contra del Liverpool en la ronda de octavos de final. No fue difícil entender por qué lo habían recopilado: estaba lleno de una serie de atajadas espectaculares de Casillas con las que desafiaba, una y otra vez, a Fernando Torres y a Steven Gerrard.

Lo que no se dijo, y por lo que resultó curioso que Casillas promocionara el video, fue el marcador. El Liverpool había ganado 4-0. Anfield le había rendido una ovación de pie a Casillas, pero tanto el público como el arquero comprendieron que “el Liverpool pudo haber anotado doce”. Casillas dejó el campo con lágrimas en los ojos.

“Fue un rostro de impotencia, no de rabia”, confesó. “Estaba frustrado, triste. Significaba que habían pasado siete años desde que el Real había llegado a la final. Puedes perder un juego eliminatorio. Caímos en el juego de ida 1-0, ¿pero perder 4-0? Todos los aficionados del Real en Liverpool, todos los aficionados en el mundo… sentí su frustración”. A pesar de sus actos heroicos, también sintió mucha “responsabilidad”.

Según Casillas, había sentido esa responsabilidad desde que tenía 8 o 9 años, desde el día que entró al equipo de su infancia. Creció acostumbrado a eso, incluso comenzó a disfrutarlo, pero ejercía una presión particular en él.

Fernando Hierro, quien fue su compañero de equipo, solía decir que un año en el Madrid es como cinco en cualquier otra parte. Casillas mencionó que a veces sentía como si hubiera estado ahí durante medio siglo. “La presión es constante”, aseguró.

Sobre todo si se considera lo que experimentó en la cúspide de su carrera. En los años en que levantó todos esos trofeos y rompió todas esas barreras para España, su carrera en el Real Madrid era consumida por una rivalidad futbolística que podría considerarse como la más intensa que se haya visto en el mundo del fútbol: el Real Madrid en contra del Barcelona; Cristiano Ronaldo en contra de Lionel Messi; José Mourinho en contra de Pep Guardiola y Tito Vilanova.

Durante cuatro años, ambos bandos de uno de los derbis más feroces del mundo también fueron los dos mejores equipos del mundo. Lo que siempre había sido una enemistad feroz se convirtió en algo más oscuro, más político, más tóxico. El periodista italiano Paolo Condo escribió un libro completo sobre las tres semanas de la primavera de 2011 en las que los clubes se enfrentaron cuatro veces en 18 días, y todo el mundo del fútbol pareció detenerse a mirar.

Ahora, Casillas puede decir que era una “locura”.

“No estábamos preparados para jugar cuatro Clásicos en un mes”, dijo. “Había mucha tensión, mucha locura”. La rivalidad se enredó y se exacerbó con el tema de la independencia catalana, y había un punto, según Casillas, en que parecía ser “más política que fútbol”. Todo lo que podía hacer era “no echarle gasolina al fuego”.

Su posición, sin embargo, era difícil. Fue el capitán del Real Madrid. “El club que me formó, significó mucho para todos los que me rodean”, dijo. Pero también fue capitán de España, de ese equipo que era tan importante para un país que aún se tambaleaba por los efectos de una crisis económica, esa selección que conquistaría Europa y luego el mundo. Sentía que tenía una responsabilidad con la afición de su club y con todo el país. “Tienes que hacer lo correcto para todos”, dijo.

Con justa razón, para 2015, Casillas estaba listo para un cambio de aires. Su relación con el Real Madrid había cambiado; admitió sentirse “solo” en cierto punto, cuando lo excluyó Mourinho y luego, años después, cuando el presidente del club, Florentino Pérez, lo dejó a la deriva. En el Oporto, vio la oportunidad de encontrar “un poco de paz”.

“Necesitaba estar tranquilo para volver a disfrutar el juego”, comentó. “No me gustaba verme en la prensa todos los días o en medio de ciertas discusiones. La mejor opción era irme, aunque fuera el lugar donde crecí, el lugar que era mi hogar, el lugar donde mucha gente sufrió conmigo. No quería esa angustia. Quería menos miedo”.

Sin embargo, el estrés y la tensión no cambian los recuerdos. Eso es lo que Casillas aprecia de su carrera: no tanto todos los elogios —alabado por nada menos que una autoridad como Gianluigi Buffon, quien dijo que era uno de los mejores porteros de todos los tiempos— o todos los trofeos que ganó, sino todas las cosas que recuerda, y por las que es recordado.

Para Casillas, el fútbol son los recuerdos: no los marcadores, necesariamente, sino las sensaciones. Los jugadores a los que tiene en la más alta estima son los que jugaron más partidos y duraron más tiempo —nombra a Paul Scholes y Francesco Totti—, los que quedaron marcados con letras de fuego en la historia de un club.

Le gustan esos momentos cuando los aficionados le dicen dónde estaban cuando España ganó la Copa del Mundo o qué estaban haciendo cuando salió de la banca, apenas superada la adolescencia, para ganar su segunda Liga de Campeones.

“Sucede cuando voy al parque o a un restaurante, cuando conozco a algún español en el extranjero”, contó. “Recuerdan dónde estaban: se estaban casando o lo estaban viendo con su hijo. Esos momentos nos marcan a todos. Es bonito saber que te recuerdan”.

 

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domingo, 1 de noviembre de 2020

Meme 01/11: Cuando vez la ruta de los últimos kilómetros ...

 

 

Video: Entrenar por pulsaciones o entrenar por ritmos | Juan Maria Jimenez Llorens

 

 

Fuente: Juan Maria Jimenez Llorens


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7 Alimentos para vivir más tiempo [y saludablemente]

 

 

Fuente: https://runfitners.com

 

La comida que consumimos tiene el potencial de ayudarnos o dañarnos. Debido a nuestra obsesión por los alimentos procesados, muchas personas han vivido de una dieta que proporciona una alimentación insuficiente y es la razón de numerosas enfermedades, como la diabetes de tipo 2, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.

Afortunadamente, todavía hay formas de dar la vuelta a la mesa. Hay muchos alimentos que pueden aumentar la energía, reducir el riesgo de enfermarse y ayudar a mantener un peso saludable. Por lo tanto, si desea vivir más tiempo, debe alimentar su cuerpo con los alimentos más densos en nutrientes que pueda encontrar. Hoy, veamos qué alimentos pueden ayudarte a prolongar tu vida.

No te pierdas esta increíble información y sigue observando. 

1- Aceite de oliva: Muchos de nosotros creemos que mantenerse alejado de las grasas y los aceites es una forma de mantenerse en forma y saludable. Sin embargo, algunos aceites como el de oliva son realmente buenos para la salud ya que contienen buenas grasas monoinsaturadas.

Además, con sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, se ha descubierto que el aceite de oliva ayuda a reducir el riesgo de derrames cerebrales y enfermedades cardíacas. Las personas que consumen regularmente aceite de oliva tienen un 20% más de posibilidades de vivir más tiempo. 

2- Arándanos: Los arándanos, aunque conocidos por su pequeña naturaleza, son en realidad salvavidas cuando se trata de nuestra salud. Esta pequeña fruta es rica en propiedades antibacterianas, antioxidantes, antiinflamatorias e inmunológicas. Los fitoquímicos que se encuentran en los frutos rojos y las bayas ayudan a combatir las moléculas cancerígenas. 

3- Vegetales crucíferos: Las verduras tienen una capacidad única para modificar las hormonas humanas, inhibir el crecimiento de las células cancerosas y activar el sistema de desintoxicación natural del cuerpo. Cuando se consumen verduras crucíferas, hay que masticarlas adecuadamente o comerlas mezcladas, trituradas, picadas o en forma de jugo para que se liberen sus poderosas propiedades anticancerígenas. El brócoli, la col rizada, la coliflor, el repollo y las coles de Bruselas son algunos ejemplos de vegetales crucíferos. 

4- Pescado graso: Escoge el pescado en lugar de la carne para reducir el riesgo de varios problemas de salud típicamente asociados con la carne roja. Esto explica por qué Japón tiene la mayor esperanza de vida del mundo, principalmente debido a su dieta tradicional que es alta en pescado. Los peces grasos como la caballa, la trucha, el salmón y las sardinas son conocidos por sus beneficios para la salud. Son excelentes fuentes de vitaminas A y D que ayudan a reforzar el sistema inmunológico. 

5- Té verde: El té verde es un alimento básico en la dieta japonesa. Ofrece una notable gama de beneficios para la salud, como la regulación de la presión arterial, la mejora de la salud cardiovascular y el fortalecimiento del sistema inmunológico. El té verde está repleto de flavonoides que mejoran la salud, lo que ayuda a reducir el riesgo de cáncer. Beber varias tazas de té verde al día reduce el riesgo de muerte hasta en un 26%. 

6- Nueces: Los frutos secos son un alimento de baja glicemia que también ayuda a reducir la carga glicémica de una comida entera. Como tal, esto los convierte en un componente importante de una dieta antidiabética. A pesar de la densidad calórica de los frutos secos, su consumo está relacionado con un menor peso corporal. El consumo regular de frutos secos también reduce el colesterol y puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas. 

7- Frijoles: Comer frijoles y otras legumbres diariamente ayuda a reducir el apetito, a combatir el cáncer de colon y a estabilizar el azúcar en la sangre. Como la fuente de almidón más nutritiva, los frijoles actúan como alimento para la pérdida de peso y la antidiabetes porque son lentos de digerir. Por lo tanto, su consumo ayuda a prevenir los antojos de comida promoviendo la saciedad. Lentejas, judías rojas, judías negras, guisantes partidos y garbanzos son todos buenos para ayudar a vivir más tiempo.

 

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