Fuente: https://elcomercio.pe
Es imposible negar los beneficios para la salud de la aspirina. Sin embargo, puede poner también en peligro a las personas
La semana
pasada, investigadores de la Universidad de Harvard alertaron en un
estudio publicado en los “Anales de medicina interna” que millones de
personas toman –innecesaria y peligrosamente– una aspirina al día, pensando que así uno puede prevenir un infarto cardíaco.
Es decir, del mismo modo que millones de personas toman
innecesariamente suplementos de vitaminas y minerales, creyendo que su
uso las va a ayudar, mucha gente pone en peligro su salud tomando una aspirina diaria. Centrándonos en esta noticia, revisaremos también algunos mitos y verdades sobre ese medicamento.
— Droga extraordinaria —
Por miles de
años, egipcios, chinos e indios usaron la infusión de la corteza del
árbol de sauce para calmar el dolor y bajar la fiebre, pero fue recién
en 1897 que el científico alemán Félix Homann aisló de esa corteza una sustancia química llamada ácido acetilsalicílico, patentada luego con el nombre de aspirina.
Además de su
uso como analgésico y antiinflamatorio, durante los últimos años se han
demostrado propiedades anticoagulantes, preventivas del primer infarto
cardíaco y del cáncer, e incluso de protección contra la enfermedad de
Alzheimer. La aspirina se
vende en tres presentaciones: la dosis regular, de 325 miligramos; la
extra, de 500 miligramos, para la fiebre y el dolor; y la baja o ‘baby
aspirina’, de 81 miligramos, que se usa en indicaciones preventivas.
— El infarto cardíaco —
Diversos
estudios han demostrado que la aspirina es capaz de prevenir la
ocurrencia de un segundo infarto cardíaco. En otras palabras, si una
persona ya ha sufrido uno, el tomar una ‘baby aspirina’ diaria la va a
ayudar a prevenir un nuevo episodio.
De acuerdo con
los investigadores de Harvard, es probable que ese hecho médico haya
llegado distorsionado al público, quien, pensando que la aspirina
puede prevenir todos los infartos, incluido el primero, empezó a
consumirlo, muchas veces sin autorización médica. El problema es que,
al causar graves sangrados digestivos, el riesgo de consumir una
aspirina al día es mucho mayor que el nulo beneficio.
Los estudios
demuestran que la aspirina no disminuye la probabilidad de que ocurra un
primer infarto cardíaco en una persona que no tiene factores de
riesgo que la predispongan a esa enfermedad. Esos riesgos incluyen
presión arterial alta y diabetes, colesterol elevado, fumar cigarrillos o
tener obesidad. Se específica también que el mayor beneficio de la
prevención está demostrado en personas entre 50 y 69 años. El grupo de
Harvard aclara que la aspirina no debe ser consumida por mayores de 70
años.
— Mitos y verdades —
1. La aspirina debe tomarse al primer síntoma de un infarto cardíaco.
Eso es cierto, debido a sus propiedades anticoagulantes –impide que las
plaquetas de la sangre inicien el proceso de formar un coágulo–, este
medicamento tiene que darse al primer síntoma que pueda indicar un
ataque cardíaco. De hecho, lo primero que hacen los servicios médicos
que visitan al paciente durante una emergencia es darle una aspirina. En
esa situación, el fármaco puede disminuir la probabilidad de morir por
un infarto cardíaco en un 20%.
2. Debe tomarse al primer síntoma de un derrame cerebral.
Ese es un
mito, y el hacerlo puede ser muy peligroso. El 80% de los derrames
cerebrales son causados por la formación de un coágulo dentro de una
arteria cerebral (derrame isquémico), por lo tanto –al igual que en el
caso de un infarto cardíaco– el paciente se benefi ciaría de una
aspirina. Sin embargo, el 20% restante puede ser causado por la ruptura
de una arteria; es decir, un derrame hemorrágico, el cual puede
agravarse por la acción anticoagulante de la aspirina. Es recién después
de hacer los estudios, y asegurarse de que no sea una hemorragia, que
el médico puede dar una aspirina a la persona.
3. La aspirina puede causar severos sangrados en el tubo digestivo.
Eso es cierto. Un estudio del 2011 –hecho en más de 87.000 mujeres– encontró
que el riesgo de presentar un sangrado del tubo digestivo fue 43% mayor
en aquellas que tomaban aspirina, comparadas con las que no la tomaban.
Esa complicación estuvo más relacionada a la dosis que al tiempo de uso
del medicamento. En contraste con aquellos que no la usan, los hombres
que toman aspirina tienen 32% más posibilidad de sufrir un sangrado gastrointestinal. Por eso el fármaco no debe ser usado sin una previa evaluación del médico de cabecera.
4. La aspirina puede prevenir el cáncer del colon.
Es verdad. El
Grupo de Trabajo de Medicina Preventiva del Gobierno Federal de Estados
Unidos recomienda una aspirina de baja dosis durante cinco a diez años
en hombres y mujeres de 50 a 59 años, con bajo riesgo de sangrado, para
prevenir el cáncer del colon y del recto. Ya sea a través del mismo
mecanismo que evita que las plaquetas se aglutinen, o de su acción sobre
el nucléolo de las células, la aspirina podría prevenir el cáncer del
colon.
— Advertencia —
Las dosis
bajas de aspirina pueden causar síntomas estomacales (31%), erosiones
gastroduodenales (60%), úlcera péptica (7%) y sangrado gástrico (1%).
Esas complicaciones son más frecuentes en mayores de 70 años, personas
con historia de úlceras o gastritis por ‘Helicobacter pylori’ o que
estén usando antiinfl amatorios no esteroideos (Aines), anticoagulantes u
otros agentes antiplaquetarios. El uso de preparaciones con
recubrimiento entérico no reduce el riesgo de complicaciones
gastrointestinales.
— Corolario —
No hay duda de
que la aspirina es un medicamento con muchas propiedades beneficiosas
para la salud y la prevención de enfermedades, pero su uso debe ser
siempre vigilado por un médico y no puede ser consumida por personas
mayores de 70 años.
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