MITO Nº 1:«NO TIENES QUE COMER GRASA»
Aunque muchas personas que buscan bajar de peso creen que eliminar los alimentos ricos en grasas es la solución a sus problemas, esto es un gran error. Pese a que las grasas suelen tener mala fama y ser las supuestas “culpables” de muchos problemas de salud, es importante saber que existen muchos alimentos que aportan grasas que son buenas y necesarias para la salud de las personas, y muy importantes para el rendimiento de los corredores. Asimismo, existen múltiples Estudios que han demostrado que en personas con sobrepeso u obesidad llevar una dieta alta en grasa y baja en hidratos genera una mayor pérdida de peso. Vale destacar que en muchos casos también se encontró, una mejora en marcadores importantes de la salud, como el colesterol, los trigliceridos, resistencia a la insulina, etc. Claro que ello no significa que tengas que llenar tu alimentación 
diaria de alimentos grasos (frituras y comida basura), sino que debes realizar elecciones inteligentes que te permitan incluir alimentos nutritivos.  
MITO Nº 2 «CON CORRER ALCANZA PARA ADELGAZAR»
Correr genera un gasto energético significativo mientras corres y también te permite quemar calorías mientras descansas,
 ya que el running acelera tu metabolismo basal ( la cantidad mínima de 
energía que nuestro cuerpo necesita para mantener las funciones 
celulares básicas). Sin embargo, es importante destacar que correr una hora diaria (muchos corren menos tiempo y no todos los días) no puede corregir 23 horas de errores graves que llevan a la acumulación de grasa y problemas de peso.
Creer que,  corriendo algunas veces a la semana vas a lograr tu peso ideal puede ser un gran error (especialmente para aquellos con sobrepeso u obesidad). Ello no significa que el running no sea una forma efectiva de bajar de peso, sino que debe ir acompañado de hábitos de vida y nutricionales adecuados. Al correr se estima que el costo energético de cada kilómetro es de 1 kcal por cada kilogramo de peso corporal del corredor (ce= 1 kcal * kg de peso corporal).
Así, un corredor de 70 kilogramos, gastará aproximadamente 70 kcal de energía al correr 1 kilómetro y 700 kcal si corre 10 kilómetros. Aunque
 esta cantidad de calorías es significativa y puede hacer la diferencia;
 si cometes el error de comer alimentos llenos de calorías vacías (como 
bollerías y alimentos procesados), el beneficio será nulo. 
MITO Nº 3 «PARA ADELGAZAR HAY QUE SUFRIR HAMBRE»
El apetito, ese deseo/necesidad de consumir alimentos,  puede ser un amigo al “avisarnos” cuando necesitamos consumir alimentos o un verdadero enemigo al “obligarnos” a comer cuando no lo necesitamos. Aunque
 un poco de apetito minutos antes de una comida no es dañino, el 
problema suele aparecer cuando pasas demasiadas horas con hambre. El 
resultado suele ser un atracón y suma de calorías que no necesitabas.
Pese a que existen Estudios que indican que comer una mayor cantidad de comidas al día sea 100% efectivo para adelgazar, lo cierto es que puede ayudarte a tener menos atracones. La
 efectividad de una dieta no debería ser medida por la cantidad de 
comidas o de horas que pasas sin comer alimentos, sino por la calidad de
 lo que te llevas a la boca. Recuerda, la salud debe ser siempre el eje 
de atención. Si con tu plan alimenticio actual estás sintiendo 
hambre constantemente, es muy probable que no estés haciendo las 
elecciones adecuadas.
El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas
 que tienen lugar en las células de nuestro cuerpo por los cuáles se 
transforma a los alimentos que ingerimos, en el combustible que 
necesitamos para funcionar (respirar, digerir, movernos, etc). Aunque
 no nos demos cuenta, nuestro cuerpo necesita de combustible en forma 
constante, ya que absolutamente todas las funciones corporales necesitan
 de energía.
Por ello, en forma constante y simúltanea 
 se producen en nuestro cuerpo,  miles de reacciones metabólicas que 
permiten que nuestro cuerpo pueda desarrollar tales funciones en forma 
adecuada. Quienes utilizan la excusa del metabolismo lento, en realidad quieren referirse a un metabolismo basal lento (aunque tampoco es adecuado el adjetivo).
MITO Nº 4 «TENGO EL METABOLISMO LENTO»
Son muchas las personas que repiten el famoso: “no puedo adelgazar porque tengo el metabolismo lento; es mi genética”. El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas
 que tienen lugar en las células de nuestro cuerpo por los cuáles se 
transforma a los alimentos que ingerimos, en el combustible que 
necesitamos para funcionar (respirar, digerir, movernos, etc).
Aunque
 no nos demos cuenta, nuestro cuerpo necesita de combustible en forma 
constante, ya que absolutamente todas las funciones corporales necesitan
 de energía. Por ello, en forma constante y simúltanea 
 se producen en nuestro cuerpo,  miles de reacciones metabólicas que 
permiten que nuestro cuerpo pueda desarrollar tales funciones en forma 
adecuada. Quienes utilizan la excusa del metabolismo lento, en realidad quieren referirse a un metabolismo basal lento (aunque tampoco es adecuado el adjetivo).
El metabolismo basal, es la mínima cantidad de energía que necesita nuestro cuerpo para desarrollar las funciones básicas en reposo. Así hay personas que necesitan para funcionar 1500 calorías y otras 2000 calorías (los números son meros ejemplos). 
La persona con un metabolismo basal inferior, necesitará una menor cantidad de alimentos para subsistir y todo lo que supere a dichas necesidades podrá ser almacenado como grasa. Al contrario, una persona con un metabolismo basal superior, necesitará de una mayor cantidad de alimentos (podrá comer mas sin afectar su peso) para subsistir.
El problema de la excusa del metabolismo lento, es que la mayoría de las personas que la utiliza, no sólo no sabe que es el metabolismo, sino que tampoco conoce su metabolismo basal. Claro
 que, tener un metabolismo basal elevado puede ser una ventaja, pero 
ello no significa que aquellos con un verdadero “metabolismo mas lento” 
no puedan tener un peso adecuado, evitando el sobrepeso, la obesidad y 
la acumulación de grasa.
Para ello, una buena alimentación (basada en comer limpio) y la 
actividad física (correr es nuestra preferida) son excelentes maneras de
 acelerar el metabolismo. En vez de utilizar excusas y rendirte en
 el facilismo de decir “no puedo adelgazar”, siempre es mejor buscar la 
forma obtener los resultados que pretendemos. Si deseas adelgazar y quemar grasa, trabaja para ello y esfuérzate, entrena y aliméntate adecuadamente y no tendrás problemas para lograrlo. 
MITO Nº 5 «1 CALORÍA ES SIEMPRE 1 CALORÍA»
Aunque
 desde el punto de vista técnico la afirmación es verdadera, desde el 
punto de vista de una persona que desea adelgazar no lo es. Las calorías se emplean como una forma de medir la energía de los alimentos que ingerimos, pero no todas las calorías son iguales ni tienen los mismos efectos en nuestro cuerpo.
En un estudio, se compararon dos grupos que comieron alimentos con idénticas cantidades de calorías
 pero con caracteristicas muy distintas: un grupo comió alimentos de 
bajo índice glucémico, mientras que el otro grupo consumió alimentos de 
elevado índice glucémico. Los investigadores detectaron que aunque ambos grupos consumieron la misma cantidad de calorías; el grupo que consumió alimentos de elevado índice glucémico:
- sufrió un aumento repentíno de glucosa en sangre;
- sintieron apetito mas rápido;
Otro estudio similar, dio los mismos resultados (aquí puedes saber más).  
EXTRA: TIENES QUE COMER MUCHAS VECES AL DÍA
En la actualidad, los problemas de peso y acumulación de grasa corporal, son algunos de los inconvenientes que afectan a una gran cantidad de personas alrededor del mundo. Sin dudas, una de las recomendaciones que mas suelen escucharse es la de comer varias comidas pequeñas en el día y por ello, un reciente Estudio, buscó determinar si es una forma efectiva de adelgazar.
Para realizar el estudio, los investigadores compararon los efectos de comer 5 comidas durante el día vs 2 comidas. Los participantes, consumieron la misma cantidad de calorías (sin importar la cantidad de veces que comieron durante el día) y los investigadores monitorearon su gasto energético. Los resultados del estudio revelaron que la cantidad de comidas al día no tuvo ningún  efecto en la cantidad de calorías que utilizaron durante las 24 horas posteriores.
Es decir, consumir una mayor cantidad de comidas al día, no generó un mayor gasto calórico que menos comidas. Cómo consecuencia de ello, los investigadores señalaron que ni el tamaño ni la frecuencia de las comidas afectaron la cantidad de calorías que se «queman» durante el día. Asimismo, al consumir una mayor cantidad de comidas durante el día, los investigadores detectaron una elevación de valores de marcadores de inflamación que podrían aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cómo la diabetes de tipo 2.
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