martes, 28 de junio de 2022

Podcast El Alimentólogo: Crítica al Plato de Harvard, por José María Capitán (Educador Nutricional)

 

 

Hoy entrevisto a José María Capitán, dietista-nutricionista especialista en educación nutricional. José María nos fundamentará sus críticas frente al mítico y venerado "Plato para Comer Saludable" de la Universidad de Harvard.

Fuente: El Alimentólogo 

 

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Podcast El Maillot Semanal: Especial Tour de Francia #1 | Previa #TDF2022

 

 

¡Programa ESPECIAL previo al Tour de Francia 2022! La mejor audio-guía de la ronda francesa, dividida en los siguientes capítulos:

  • Introducción, titulares y el nuevo protocolo Covid-19 (00:00 - 28:12)
  • Los equipos (I): UAE Team Emirates, Jumbo-Visma, INEOS Grenadiers, BORA-Hansgrohe, Movistar Team, Bahrain-Victorious, AG2R Citröen y Team DSM (28:12 - 1:34:24)
  • Los equipos (II): Groupama-FDJ, EF Education-EasyPost, Astana Qazaqstan Team, Israel-Premier Tech, Arkéa Samsic, Cofidis, QuickStep Alpha Vinyl, Alpecin-Deceuninck, Lotto Soudal, Trek_Segafredo, BikeExchange-Jayco, Total Energies, Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux y B&B Hotels-KTM (1:34:24 - )
  • El recorrido: puntos clave y etapas decisivas (2:38:57 - 3:11:12)
  • Las apuestas (y el gafe de El Maillot): podio, maillots distintivos y mejor equipo. ¡Comparte tu porra en los comentarios! (3:11:12 - 3:32:02)

Dirección llevada a cabo por Juan Clavijo. Comentarios de David García y Miguel Triviño.

Podcast: El Maillot Semanal  

 

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miércoles, 22 de junio de 2022

Meme 22/06: La gente quiere cambiar su vida

 


 

Video: ¿Qué pasa si no tomamos agua? por Mia Nacamulli | TED-Ed en Español

 

 

El agua está casi en todas partes del mundo, y el ser humano promedio está compuesto de entre 55 % y 60 % de agua. Entonces, ¿cuál es el papel que tiene el agua en nuestros cuerpos, y qué cantidad necesitamos beber para estar sanos? Mia Nacamulli nos comparte los beneficios para la salud que tiene estar hidratados. Lección de Mia Nacamulli, animación de Chris Bishop.

Fuente: TED-Ed en Español 

 

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Video: Herramientas Básicas. Mantenimiento Bicicleta En Casa | GCN en Español

 

 

¿Cuáles son las herramientas básicas para hacer el mantenimiento de nuestra bici en casa?

  • 00:16 Herramientas básicas para hacer mantenimiento
  • 00:38 Soporte de Taller o Caballete
  • 01:44 Llaves Allen
  • 03:02 Llaves Torx
  • 04:20 Destornilladores
  • 05:00 Llave Dinamométrica
  • 06:12 Bomba para inflar
  • 07:08 Desmontables para cubiertas
  • 07:45 Alicate o Tenazas
  • 08:09 Cortacables
  • 08:57 Corta Cadena
  • 09:46 Extractor de Cassette
  • 10:26 Llave Inglesa

Fuente: GCN en Español


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Al agua, patos

 

 

Fuente: https://www.nytimes.com

Por:

 

Se acerca el verano y ya decidiste que este año cambiarás tus zapatos para correr por un visor de natación. Tal vez te lastimaste la rodilla y necesitas una forma de ejercicio cardiovascular de menor impacto; tal vez sencillamente no puedes ir a tu clase de entrenamiento en exteriores cuando el calor llega a los 32 grados afuera.

Sin importar cuál sea la razón por la que elegiste el agua, nadar es uno de los mejores ejercicios para tu salud. Es un ejercicio para todo el cuerpo, en el que trabajas brazos y piernas, así como tu sistema cardiovascular, pero pones menos esfuerzo en tus articulaciones que en la mayoría de los demás ejercicios. Además, en un día cálido de verano, el agua fresca es un buen lugar para sudar.

Según Hirofumi Tanaka, profesor de kinesiología de la Universidad de Texas en Austin, la natación proporciona beneficios cardiovasculares similares a los de correr o practicar otros deportes de resistencia. Las investigaciones de su laboratorio también sugieren que un programa de natación regular puede reducir la presión arterial y ablandar las arterias rígidas en los adultos mayores.

“La natación es una forma de ejercicio muy buena e infravalorada”, afirma Tanaka. “El ejercicio tiene que implicar a grandes grupos musculares, ser de naturaleza rítmica y debe desafiar las funciones cardiovasculares. La natación encaja perfectamente”.

Sin embargo, ¿por dónde empezar? Estar frente al carril de una piscina puede ser intimidante para un novato. A continuación, algunos consejos de entrenadores profesionales para convertir 30 minutos en la piscina en un ejercicio efectivo.

Empieza despacio

“No sales de tu casa y dices: ‘Voy a correr 15 kilómetros’”, comentó Cokie Lepinski, entrenadora estadounidense de natación para veteranos en Surprise, Arizona. “Pasa lo mismo con la natación”.

Compra un buen par de gafas (un gorro de natación y una tabla pueden ser útiles, pero no son necesarios) y comienza nadando una vuelta —de ida y de regreso a lo largo de la piscina— sin detenerte. Lo más común es que la gente nade en estilo libre cuando hace ejercicio porque es la brazada más eficiente, pero puedes cambiar si deseas variedad.

La mayoría de las piscinas recreativas de Estados Unidos miden de 22 a 25 metros, así que una vuelta equivale a casi 50 metros, dos a casi 100, etcétera. Las piscinas olímpicas son del doble de largo, mientras que las piscinas caseras varían, por lo tanto, asegúrate de conocer la longitud. Asimismo, muchos nadadores asiduos cuentan una vuelta como la longitud de la piscina, así que asegúrate de aclarar eso si estás trabajando con un entrenador.

Si sentiste que fue fácil completar una vuelta, haz dos con un descanso corto en medio (de 10 a 20 segundos). Poco a poco aumenta el ritmo, haciendo más vueltas y disminuyendo la frecuencia de los descansos, pero no te excedas el primer día: no hagas más de 10 vueltas en total.

“La natación es un asunto de regularidad, así que comienza en el nivel en el que estés”, opinó Cullen Jones, quien ganó cuatro medallas olímpicas y es entrenador de natación de juveniles. “Asegúrate de que puedas tolerar lo que haces. Debes tener la mentalidad de que lo harás de nuevo el siguiente día o los siguientes dos a partir de ahora”.

Concéntrate en la forma

Si tu última clase de natación fue en la primaria, a continuación, un par de consejos que debes tener en cuenta. Primero, tu cuerpo debe estar sobre el agua el mayor tiempo posible, lo más fácil para lograrlo es mantener la cabeza abajo y ver el fondo de la piscina.

“Si levantas la cabeza y ves el muro, las piernas se van a hundir y eso creará mucha resistencia”, comentó Fares Ksebati, fundador y director ejecutivo de la aplicación MySwimPro.

Tus patadas también sirven para mantenerte equilibrado sobre el agua. De hecho, a menos que estés haciendo un esprint, patalear es más importante para la posición del cuerpo que para la propulsión. Patalea lo suficiente para mantener la cadera y las piernas sobre el agua y que no te jalen hacia abajo. “El error más grave que cometen los nadadores principiantes es patalear demasiado”, comentó Ksebati. “Las piernas usan la mayor cantidad de sangre, así que, si pataleas mucho, te fatigarás mucho más rápido”.

Si estás en una carrera, entonces puedes patalear a toda máquina, como lo hizo Jones en el esprint estilo libre de 50 metros en las Olimpiadas de 2012. No obstante, cuando nadas para hacer resistencia o para tu condición física general, imita a alguien como la fondista Katie Ledecky, quien apenas hace olas con las piernas, a fin de conservar energía, y se enfoca en su equilibrio y alineamiento.

Otro error de principiantes es mantenerse demasiado horizontal en el agua. Mejor, mécete un poco de lado a lado. Cuando las puntas de tus dedos toquen la superficie, extiende el brazo lo más que puedas mientras rotas un poco tus hombros y cadera. Intenta hacerlo fuera del agua: párate sobre las puntas de los dedos con un brazo estirado sobre la cabeza. Si giras la cadera y el hombro hacia arriba y adelante, es probable que puedas subir unos pocos centímetros. Ahora, hazlo en el agua.

“Si puedes empezar a rotar con los hombros y las caderas en cada brazada y alcanzar unos centímetros más, básicamente vas a alargar tu brazada, y eso te hará más eficiente”, explicó Ksebati.

Otra forma de aumentar la eficacia es crear más fuerza en cada brazada. Al bajar el brazo por el agua, intenta que el antebrazo quede perpendicular al fondo de la piscina. Las puntas de los dedos deben estar ligeramente separadas —menos de un centímetro— para conseguir la máxima potencia.

No te preocupes por respirar alternando los lados si uno se siente más cómodo que el otro. El objetivo es mantener un ritmo. “Cada vez que tu cara está en el agua, exhalas”, dijo Lepinski. “Cada vez que subes, inhalas de manera agradable y mesurada”.

Practica en intervalos

Una vez que puedas dar ocho vueltas con facilidad, prueba con un entrenamiento de intervalos. Los nadadores profesionales estructuran sus rutinas como un entrenamiento con pesas, divididas en series en vez de hacer 30 minutos consecutivos.

Para hacer esto, necesitas entender una fórmula de intervalos que se usa en casi todas las rutinas de natación. A los intervalos los suelen describir dos números: la cantidad de repeticiones y la distancia en metros de cada repetición como un múltiplo de 25 metros (la longitud promedio de la piscina). En cada repetición están integrados descansos cortos. Por ejemplo, un intervalo de 2x50 significa nadar 50 metros (de ida y de regreso), tomar un descanso de 10 segundos y luego nadar otra vuelta. Para uno de 4x25, nada la misma distancia, pero descansa cada vez que toques un lado. Uno de 1x100 significa nadar dos vueltas seguidas y descansar después. Los tres intervalos son 100 metros en total, pero se nadan a distintos ritmos.

Adapta los intervalos a tus objetivos. Si quieres una rutina de mayor intensidad, nada intervalos más cortos a un ritmo más rápido. Si quieres trabajar la resistencia, nada distancias más largas a un ritmo más lento con menos descansos. Por ejemplo, uno de 4x25 normalmente se nadaría en un esprint, mientras que uno de 1x100 suele ser un intervalo más lento y enfocado en la resistencia.

“Si nadas al mismo ritmo todos los días, no obtendrás tantos beneficios”, opinó Lepinski. Primero, el entrenamiento de intervalos es más divertido, agregó Lepinski. “Y segundo, simplemente desafía a tu corazón un poco mejor”.

Ksebati y Lepinski dijeron que un buen entrenamiento para principiantes o intermedios es de 900 a 1300 metros, o de 20 a 30 vueltas, lo que debería tomar alrededor de media hora. Comienza con un breve calentamiento —tal vez un 4x50 a un ritmo fácil— para elevar tu ritmo cardíaco. Puedes mezclar diferentes brazadas, haciendo pecho o espalda en lugar de estilo libre para variar un poco. A continuación, haz un 4x25 utilizando una tabla para activar las piernas.

Luego viene la serie principal, o el grueso del entrenamiento. Si quieres trabajar la velocidad, haz 8x50 (ocho vueltas con un descanso después de cada una) a un ritmo rápido. Si quieres aumentar la resistencia, prueba con una escalera de ritmo moderado, subiendo y bajando la longitud de tus intervalos: 1x50, 1x100, 1x200, 1x100, 1x50.

Por último, llega el enfriamiento, otros 4x50 de natación a un ritmo relajado. Puedes hacer un descanso más largo —uno o dos minutos— entre el calentamiento, la serie principal y el enfriamiento.

Es un poco confuso al principio, pero una vez que se entiende la jerga se puede seguir casi cualquier entrenamiento de natación. ¿Quieres más estructura o un objetivo para trabajar? Aplicaciones como MySwimPro ofrecen planes de entrenamiento personalizados, o puedes encontrar tu equipo local de natación de masters. (En el mundo de la natación, masters significa simplemente adulto).

Más que nada, disfruta el proceso. Para muchos nadadores, el agua no solo es un lugar para hacer ejercicio, también es un santuario. “Es difícil pensar sobre el estrés del mundo cuando estás pensando: ‘¿Cuándo es mi siguiente exhalación? ¿Dónde está el final de la piscina? ¿En qué serie estoy?’”, comentó Lepinski, “Cuando nos sumergimos en el agua, el mundo desaparece”.

 

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domingo, 19 de junio de 2022

Meme 19/06: Fast & Furious Bicycle Drift

 


 

 

Video: #SinCadena. La labor diaria de un Director Deportivo, con Chente Gª Acosta | Movistar Team - 2022

 

 

No todos los días tenemos la oportunidad de seguir sin cortes el intenso día a día de quienes coordinan toda una expedición de Movistar Team. El simpar Chente nos concedió ese privilegio, seguirle con una cámara, el pasado martes 14 de junio de 2022 en el Mont Ventoux Dénivelé Challenges.

Fuente: Movistar Team

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Video: Cómo engrasar o lubricar una bicicleta | Mundo Mammoth

 

 

La lubricación o engrase de una bici es básico para su mantenimiento y buen funcionamiento. Nos ayudará a alargar la vida de nuestra bici gracias al uso de grasas y aceites en los puntos clave. Para saber más, no dejéis de ver el vídeo.

Fuente: Mundo Mammoth 

 

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jueves, 16 de junio de 2022

Meme 16/06: Yo frente a la casa de Shakira

 



Video: ¿Por qué tenemos RESACA? | La Hiperactina

 

 

Si alguna vez has tenido RESACA, sabrás que sus síntomas incluyen sentirte fatigado y débil; despertarte con la boca seca y una sed exagerada; tener dolores de cabeza, dolor de estómago y dolores musculares; notar mareos o la sensación de que todo te da vueltas, llegando incluso a sentir náuseas y/o vómitos; sentirte irritable y notar mayor sensibilidad a la luz y al sonido; y ser totalmente incapaz de concentrarte. ¿Pero sabemos qué narices ocurre en nuestro cuerpo para sentirnos de esa forma? ¿Existe alguna forma de evitarla? ¿Se pueden aliviar los síntomas?

Fuente: La Hiperactina

 

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La historia de Al Horford, el primer dominicano que juega en las finales de la NBA

 


 

Fuente: https://www.nytimes.com

Por:

 

BOSTON — Cuando tenía 14 años, Al Horford se mudó de la República Dominicana, donde su madre lo había criado en Santo Domingo, a Michigan, donde vivían su padre y cuatro de sus medios hermanos.

“Eso fue tan genial”, dijo Anna Horford, de 29 años, media hermana de Al. “Ayudó a criarnos”.

Cuidaba de sus hermanos y jugaban béisbol, voleibol o básquetbol en el patio. Anna recuerda que Al faltaba a fiestas de la secundaria para quedarse con ellos.

Cuando crecieron y tuvieron edad para ir a fiestas, los aconsejaba y les pedía que actuaran con cautela y lo llamaran si necesitaban un aventón.

“Siempre como que ha tomado un papel más de papá”, dijo Anna. “Tiene como seis años más que el siguiente de los Horford. Siempre ha sido mayor, y siempre ha guiado el camino de cierta forma. Creo que es lo mismo con los Celtics”.

Y añadió: “Yo bromeo que es como el papá del equipo de los Celtics. Porque siempre como que pone a los muchachos en fila o cuando él habla como que se aseguran de escucharlo y prestarle atención y darle ese respeto”.

Al inicio de esta temporada, Al Horford, de 36 años, era el único jugador de los Celtics que pasaba los 30 años. El núcleo del equipo de Boston incluye a tres veinteañeros, Jayson Tatum, Jaylen Brown y Marcus Smart, que apenas empezaban su carrera en la NBA hace seis años, cuando Horford se integró a los Celtics.

Dejó Boston un tiempo corto antes de volver esta temporada y ha brindado su liderazgo veterano y estabilidad a unos Celtics que son jóvenes. Su presencia y su juego han ayudado a que Boston intente conseguir el décimo octavo campeonato de la franquicia.

“Son distintos, han madurado, son mucho mejores”, dijo Horford de Tatum, Brown y Smart. “Este es como su equipo. Es como su momento, ¿sabes? Y yo simplemente estoy feliz de formar parte de eso”.

Cuando Boston aseguró el campeonato de la Conferencia Este con una victoria en el séptimo partido frente a Miami Heat, Horford se convirtió en el primer jugador dominicano en llegar a las finales de la NBA. En su paso por equipos de Atlanta, Boston y Philadelphia, había jugado 141 partidos de eliminatorias sin llegar a las finales, más partidos que cualquier otro jugador.

La efusión de entusiasmo que mostró cuando los Celtics celebraron el título de conferencia reflejó cuánto significaba para él. Pero también significaba mucho para sus compañeros de equipo.

“Nadie lo merece más que este muchacho a mi derecha, aquí mismo, hombre”, dijo Brown esa noche. “Su energía y conducta, al asistir todos los días, ser profesional, cuidar su cuerpo, ser líder… estoy orgulloso de compartir este momento con un veterano, un mentor, un hermano, un tipo como Al Horford, hombre”.

Los Celtics ficharon a Brown en 2016, apenas unas semanas antes de que Horford firmara un contrato de cuatro años con el equipo. El siguiente verano, Boston eligió a Tatum en tercer lugar. A Smart lo eligieron sexto en el draft de 2014.

Horford pasó tres años con Boston —dos de ellos con Brown, Tatum y Smart— y los Celtics fueron a las finales de conferencia en dos ocasiones y perdieron en las semifinales de conferencia una vez. Optó por salir del último año de su contrato en 2019 y se integró a los 76ers como agente libre.

En diciembre de 2020 los 76ers lo transfirieron al Oklahoma City Thunder, que casi no lo puso a jugar. En junio de 2021, Boston acordó con Oklahoma para recuperarlo.

“Creo que todo pasa por algo”, dijo Horford. “Ese era un momento para que ellos maduraran y también para que yo madurara, que yo tuviera otra perspectiva y ahora apreciara más lo que tengo aquí”.

Cuando Brad Stevens, el presidente de operaciones de los Celtics y ex entrenador principal del equipo, llamó a Horford para informarle de la transferencia, Horford estaba en un carro con su familia. Todos empezaron a gritar de emoción.

“Creo que para él se siente como un hogar”, dijo Anna Horford refiriéndose a Boston. “Es el primer lugar en el que ha jugado donde sus hijos ya tenían la edad suficiente para tener conciencia de estar en los partidos. En Atlanta, Ean apenas era un bebé. Que él vaya aquí a la escuela, esté haciendo amigos aquí, y también sus otros hijos. Este fue el primer lugar que de verdad se sintió como un hogar para toda la familia”.

El hogar es un concepto muy significativo para alguien que ha sido tan itinerante como Horford.

En Santo Domingo, su madre, Arelis Reynoso, era una periodista deportiva que a veces lo llevaba cuando tenía alguna pauta.

“Sentía que era muy independiente desde una edad muy temprana allá”, dijo Horford. “Era muy especial, ese tiempo con mi mamá”.

Se mudó a Míchigan para la secundaria, luego fue a la universidad en Florida, donde ganó dos campeonatos nacionales con otros dos jugadores que tenían destacadas carreras en la NBA: Joakim Noah y Corey Brewer. Los Hawks lo ficharon de tercero en el draft de 2007 y jugando para Atlanta fue elegido para jugar sus primeros cuatro Juegos de las Estrellas.

Ahí se plantaron las semillas de su prolongada carrera.

“Vi sus hábitos diarios”, dijo Kenny Atkinson, entrenador asistente de los Hawks cuando Horford jugó ahí. “Al va a ser como Nolan Ryan: va a jugar hasta que tenga 45 años. Es muy impecable”.

Atkinson ayudó a Horford a desarrollar un juego de lanzamientos de 3 puntos, lo que también contribuyó a su carrera en una liga que ha estado descartando a los fortachones que no lanzan.

Atkinson ahora es asistente en Golden State. Fue entrevistado el día posterior a que Horford anotara 26 puntos e hiciera seis canastas de 3 puntos en la victoria de Boston frente a Golden State en el primer juego de las finales.

¿Qué le parece la forma en que ha perdurado la carrera de Horford?

“Lo odio”, dijo Atkinson, impávido. “Pero no me sorprende”.

Cuando regresó a Boston, Horford intentó compartir con sus compañeros más jóvenes los hábitos que con el tiempo había cultivado. A ellos les entusiasmó aceptar los consejos.

“Cuando los veo hablar con Al es casi como un maestro y un alumno”, dijo Juwan Morgan, un delantero de tercer año que firmó con Boston justo antes del final de la temporada regular. “Puedes ver el factor respeto. Cuando Al habla todos guardan silencio, escuchan porque saben que es por el bien del equipo”.

Horford lo llamó respeto mutuo.

“Intentar ser un buen ejemplo para ellos”, dijo Horford. “Intentar guiarlos y simplemente ayudarlos. Ellos saben lo que me importa, que quiero jugar de la forma correcta, hacer las cosas de forma correcta en la cancha. Pero también, fuera de la cancha, quiero hacer las cosas de forma correcta”.

Son las mismas palabras que Horford emplea cuando habla de sus hermanos menores y las formas en que ha sido un mentor para ellos.

“Para mí es importante ayudarles de cualquier manera para que puedan triunfar en lo que sea que elijan en la vida”, dijo Horford.

Parece que a su hijo le está heredando esa mentalidad de cuidador.

Ean es un niño sociable de 7 años con una cabellera tupida de rizos negros. Le encanta el básquetbol y pasar el rato en los vestidores con los colegas de su padre. Luego del primer y el tercer juego de las finales de la NBA, Al Horford lo tomó de la mano y lo llevó al podio para que participara en una entrevista. Ean le hizo un guiño a la cámara luego del primer partido.

“Ejerce una gran influencia en sus hermanas”, dijo Al. “Alia, mi segunda, ahora está más interesada en el básquetbol”.

A diferencia de su hermano, Alia, de cinco años, no pudo ir al tercer partido porque empezaba muy tarde, a las 9:00 p. m. hora del Este. Pero tenía tantas ganas de ir que hizo un dibujo de Al, su esposa Amelia Vega y Ean en el partido y lo dejó en la cama de su padre para que lo viera al volver a casa.

“Esta mañana me sentí mal. Fue como ‘Vas a estar en el cuarto partido’”, dijo Al, riendo. “Así que eso significa que mi tercera, Ava, también va a ir al juego. No hay forma de que se quede”.

Horford ve mucho de sí mismo en su hijo, sobre todo en sus habilidades de observación y en su energía competitiva.

También ve que Ean es un niño al que le encanta la responsabilidad de ser el hermano mayor, le gusta cuidar y enseñar a sus hermanos menores. Esa es otra cosa que comparte con su padre.


jueves, 9 de junio de 2022

Siete ciudades estupendas para recorrer en bicicleta

 

Una breve excursión hacia el norte te llevará a los altos mástiles del Cirkelbroen, o Puente del Círculo, del artista Olafur Eliasson. Desde allí, avanza en zigzag hacia la Ópera, pero haz una parada en la panadería Hart para comprar panes de mantequilla. Si sigues hacia el norte, llegarás al espectacular CopenHill —la central eléctrica y pista de esquí urbana diseñada por Bjarke Ingels— y, desde allí, solo hay que seguir un poco más hasta la zona de Refshaleoen, donde puedes encontrar vino natural y más lugares para nadar en el restaurante La Banchina, situado junto al muelle, o sabrosos sándwiches de pollo frito en el jardín del restaurante Amass. Algún día podrás volver al punto de partida desde otro puente, pero, por ahora, un ferri que sale del muelle a las afueras de Amass hace la conexión. Y sí, admite bicicletas.

Distancia: 11 kilómetros.

Dificultad: Fácil.

¿Adecuada para niños? Sí.

Dónde comer/llenar tu botella de agua: La Banchina, Amass, Hart.

Tiempo de recorrido: 30-60 minutos, sin paradas.

— LISA ABEND

 

Bogotá, Colombia

En Colombia, donde les encanta andar en bicicleta, no hay nada que ilustre mejor la frenética obsesión del país por el ciclismo que un domingo por la mañana en Bogotá. Ese día se cierran a los automóviles 112 kilómetros de las calles de la ciudad, normalmente congestionadas. Desde las 7 de la mañana hasta las 2 de la tarde, unos 2 millones de personas —casi una cuarta parte de la ciudad— salen a las calles sobre dos ruedas para el cierre vial, llamado Ciclovía, un evento de participación masiva que data de mediados de los años 70.

Pero los verdaderos fanáticos empiezan a pedalear desde antes. En la zona este de Bogotá, una avenida conduce a la cercana localidad de La Calera (la carretera comienza justo enfrente de un parque). Allí, los ciclistas empiezan a congregarse antes del amanecer para subir una colina de 6 kilómetros con una cuesta de 400 metros llamada Alto de Patios. A las 6:45 de la mañana, una avalancha de ciclistas, en columnas de cuatro y cinco, sube la colina. La carretera, con una anchura de unos cuantos autos, dibuja arcos por un denso bosque nuboso a medida que va ascendiendo hacia los Cerros Orientales.

A diferencia del ambiente relajado que se respira en la ciclovía más avanzado el día, aquí los ciclistas se disputan la plaza. Entre la multitud de ciclistas, hay aficionados vestidos con réplicas rojinegras de las camisetas del Ineos Grenadier que usa Egan Bernal, ganador colombiano del Tour de Francia y del Giro de Italia. Y todo el mundo, desde los aspirantes a competidores ataviados de lycra hasta las familias con niños en chatarras oxidadas, corre hacia la línea de meta del rey de la montaña en la cima de Patios, a poco más de 3000 metros de altura, como si de verdad fueran a ganarse un premio en contante.

Con el ritmo adecuado, es un paseo que cualquiera en forma razonable puede realizar. En los tramos más planos hay puestos a la vera del camino con banquitos donde los ciclistas pueden descansar y tomar un café con leche o un jugo de naranja recién exprimida para fortalecer su jornada. Al final todos llegan a la cumbre a disfrutar la vista; los días despejados los ciclistas son recompensados con el trajín de una ciudad que sobresale bajo el verdor del follaje.

De ahí todo es buen humor y palmadas en la espalda mientras los ciclistas se desgranan hacia la multitud de puestos y cafés en el cerro para disfrutar de aguapanela, una infusión de aguamiel frente a la cual el Gatorade sabe a agua y arepas con queso, esos bocaditos de masa de maíz rellenos de queso que se venden en todas las esquinas de Colombia.

Distancia: 12 kilómetros (ida y vuelta).

Dificultad: Desafiante. Una subida de 394 metros, pero hay muchos lugares para descansar en el camino.

¿Adecuada para niños? Los niños mayores que estén acostumbrados a andar en bicicleta lo harán bien. Los más pequeños seguramente querrán parar en el camino para tomar un refrigerio y descansar (y no solo ellos).

Dónde comer/llenar tu botella de agua: Puestos en la carretera.

Tiempo de recorrido: 30-90 minutos, dependiendo de tu velocidad y de si te detienes por el camino.

— AARON GULLEY

 

La ciudad de Nueva York

La vía verde a lo largo del río Hudson (Hudson River Greenway) es la ruta ciclista más popular de la ciudad. Recorrer este sendero formado por una serie de parques lineales en el extremo occidental de Manhattan es una oportunidad para andar con los lugareños mientras se recorre el poderoso río que ayudó a hacer de Nueva York la potencia que es.

Puedes tomar la Greenway, que forma parte de la Manhattan Waterfront Greenway que rodea la isla, en varios puntos a lo largo de sus 21 kilómetros de longitud entre Battery Park, en el extremo sur de la isla, e Inwood, en el extremo norte. Pero conviene que te incorpores desde la intersección de las calles Chambers y West, en Tribeca, donde se alcanza a ver el río (y hay una estación para contratar la Citi Bike; 15 dólares al día). Pedalea hacia el norte y mantén los ojos bien abiertos para descubrir los puntos de interés cultural.

A tu derecha, cruzando la calle West verás el paseo High Line y el Museo Whitney de Arte Americano. A tu izquierda, surgiendo del lado del río: Little Island, un paisaje de ondulaciones sobre lo que parecen copas de champán o cabezas de ajo al revés, según tu punto de vista. Justo al norte de ahí acaba de abrir al público otro miniparque sobre el Pier 57 (y llegado junio, servirá de cine al aire libre para el Festival Tribeca).

Siguiendo hacia el norte, pasando frente al portaviones Intrepid y los muelles donde atracan los cruceros, hay un pequeño parque de esculturas. La ciclopista luego vira ligeramente hacia el interior de la isla en Riverside Park, cortando alrededor de la marina de la calle 79 oeste, que ahora está en remodelación. Pero se conserva la vista del río y pronto vuelves a pedalear en la orilla. Más adelante está el puente George Washington, una hazaña vigorosa de ingeniería que conecta Nueva York con Nueva Jersey.

En el tramo final de la vía verde hay una colina que es mortal. Para evitarla da la vuelta en la base del puente y encuentra un preciado punto de referencia local: el pequeño faro rojo, inmortalizado en un libro ilustrado de 1942 y muy querido por muchas familias neoyorquinas.

Distancia: 21 kilómetros, de un solo sentido (la longitud de toda la vía verde del río Hudson).

Dificultad: Fácil.

Adecuada para niños: Sí.

Dónde comer/llenar tu botella de agua: Siéntate mirando al río en la City Winery del muelle 57, en la calle 15, junto a Chelsea.

Tiempo de recorrido: 1-2 horas de pedaleo o, si te vas deteniendo a explorar, hasta un día entero.

— JANE MARGOLIES

 

París, Francia

París es una ciudad que ha sido transformada por los carriles para bicicletas. La alcaldesa Anne Hidalgo ya ha gastado 150 millones de euros (158 millones de dólares) en el desarrollo de la primera fase del plan para bicicletas de la ciudad, cuyo objetivo es hacer que la ciudad sea “100 por ciento transitable en bici” para 2026, fecha en la que tiene previsto haber añadido 180 kilómetros de carriles seguros para bicicletas.

Este circuito de 35 kilómetros aprovecha la nueva infraestructura ciclista, mezclando muchas de las principales atracciones de la ciudad con bastantes espacios verdes.

De la Plaza de la República, sigue el canal Saint- Martin rumbo al norte. Temprano por la mañana, el carril ciclista suele estar desierto excepto por unos cuantos corredores. Un trayecto corto te llevará hasta el estanque Bassin de la Villette, donde hay juegos y bancas para disfrutar de la tenue luz matutina. En el verano, la ciudad transforma esta parte del canal en una zona de natación al aire libre.

Da la vuelta y pedalea al sur a lo largo del canal hasta llegar a la calle Amelot, en el Onceavo Distrito. La tranquila calle lateral lleva hasta la Plaza de la Bastilla. Esta puede ser una rotonda complicada, pero después de llegar al Boulevard Henri IV, es un trayecto recto a la isla Saint-Louis, donde serás recompensado con vistas de Notre Dame y la Torre Eiffel. Luego de pedalear junto al Sena, el camino atraviesa hacia la Margen Izquierda en la cuesta más prolongada del día, que terminará en el Panteón con una vista de los Jardines de Luxemburgo.

De ahí, la pista se vuelve a unir al Sena y sigue el río hasta la Torre Eiffel. Luego de cruzar el Puente d’Iéna y de una breve pero pronunciada subida hasta Trocadéro, la ruta atraviesa la arquitectura clásica haussmaniana hacia el Bosque de Boulogne, unn parque que es dos veces y medio de la extensión del Central Park. El lago ahí es perfecto para una parada de pícnic (puedes pasar a Desgranges por algo de comer, entre las opciones están las baguettes “Passy Passion”).

La ruta vuelve por la Margen Izquierda del Sena, pasa por el Jardín de las Tullerías y el Louvre. Luego de pedalear a lo largo de las márgenes del río, vuelve a nivel de calle en el puente Louis-Philippe para cruzar a la isla Saint-Louis.

De regreso en la margen izquierda, la ruta te llevará a las plazas de baile al aire libre del Jardin Tino Rossi, donde la gente baila salsa y valses al costado del río.

El último tramo te lleva por el puente de Austerlitz y sigue hasta la marina de la Bassin de l’Arsenal pasando por las pintorescas casas flotantes hasta la Bastilla y de regreso a lo largo del canal Saint-Martin.

Termina tu paseo en una pequeña calle lateral cerca de République donde se ubica Folderol, un bar de vinos y helados. Su selección de vinos naturales y helados artesanales es una recompensa bien merecida tras horas de pedalear.

Distancia: 35 kilómetros.

Dificultad: Fácil a moderada. Unos 150 metros de elevación.

Adecuada para niños: Sí. Las partes con más tráfico son la rotonda de la Bastilla y la zona cercana a Trocadéro.

Dónde comer/llenar tu botella de agua: Cerca de République: Dreamin’ Man para un café o Mamiche tiene excelentes panes y sándwiches. Cerca del Panteón: Treize au Jardin, por su terraza encantadora y relajada. Cerca de la isla de Saint-Louis: Le Peloton Café, para café, waffles y conocimientos de ciclismo, y Berthillon es un clásico de París.

Tiempo de recorrido: 2,5-4 horas, dependiendo de las paradas que hagas.

Reparaciones de la bici: La Chouette cerca del inicio de la ruta para cualquier arreglo que necesite tu bicicleta. El personal es muy amable y está muy bien informado.

— SOPHIE STUBER

 

Washington, D. C.

En los últimos años, Washington ha apostado por la bicicleta. Varias instituciones gubernamentales y organizaciones sin fines de lucro supervisan y mantienen kilómetros de carriles exclusivos, vías transitables en bicicleta y senderos de grava en toda la capital, Virginia y Maryland, lo que convierte a la zona de Washington en una de las regiones más amigables para transportarse en bicicleta en el país.

Un circuito de aproximadamente 32 kilómetros en el noroeste de Washington y Maryland, un favorito de los lugareños, serpentea a través de Rock Creek Park y Georgetown y a lo largo del río Potomac y el canal C&O, proporcionando una ventana panorámica a la historia colonial de la zona, las vías fluviales vitales y los abundantes espacios verdes.

Comienza pedaleando al sur en Rock Creek Park, un valle densamente arbolado en mitad de la ciudad que corre de norte a sur desde el límite con Maryland. El carril reservado para bicicletas del parque vagabundea durante kilómetros junto a un arroyo que borbotea alegremente, pasa por el Zoológico Nacional, atraviesa puentes de piedra y asciende lomas boscosas. En cada giro y curva es una aventura de bajada. Los fines de semana, la principal arteria del parque, Beach Drive, está cerrado a los autos lo que amplía el espacio para los ciclistas. En el verano hay un plus: el follaje te protege del sol abrasador; sin embargo, para evitar la infame humedad de la zona, lo mejor es pedalear temprano por la mañana.

Ten en cuenta que un segmento, entre la calle P y Shoreham Drive, está cerrado porque el sendero se está rehabilitando. Hasta que reabra (se espera que sea a finales de junio), desplázate cuesta abajo por algunas de las calles laterales de los barrios de Adams Morgan y Kalorama para volver a la ruta de forma segura.

Pasea junto al arroyo hasta el río Potomac, cerca de los vecindarios de Georgetown y Foggy Bottom. Muchos ciclistas giran a la derecha en el río a través de Georgetown, donde se puede disfrutar de las casas históricas restauradas con esmero y pintadas de vivos colores, para luego tomar el Capital Crescent Trail.

El Capital Crescent Trail, un sendero exclusivo para bicicletas, fue en su día el tramo de Georgetown de 18 kilómetros del Ferrocarril B&O y ahora corre en paralelo al Canal C&O, una de las principales arterias de tránsito del país antes de la llegada del ferrocarril; totalmente conservado en la actualidad. En el Capital Crescent, vas subiendo ligeramente y puedes ver a remeros de la Universidad de Georgetown y otros navegantes en el Potomac y también atraviesas el elevado túnel de Dalecarlia o uno de los muchos puentes ferroviarios rehabilitados. Al pedalear en dirección noreste, estarás rodeado de una vegetación exuberante.

En la región, se están llevando a cabo numerosas obras para ampliar los carriles para bicicletas y otras opciones de transporte público; por ello, un tramo del CCT está cerrado en la actualidad. Así que disfruta del recorrido, que te llevará por las lujosas casas de los suburbios de Maryland, Bethesda y Chevy Chase, mientras vas en bicicleta hacia el este por las calles para retomar Beach Drive.

Se pueden alquilar bicicletas a precios razonables en las numerosas estaciones de servicio operadas por Capital Bikeshare.

Distancia: 32 kilómetros.

Dificultad: Moderada; la elevación es de máximo 90 metros.

¿Adecuada para niños? Sí. Muchos tramos del CCT son planos y se encuentran en senderos exclusivos, y la norma de cero autos en Rock Creek lo convierte en una opción familiar los fines de semana.

Dónde comer/llenar tu botella de agua: Georgetown ofrece numerosos lugares para pedir comida o bebidas para llevar y Baked and Wired vende deliciosas cakecups de varios sabores y con un glaseado irresistible. En Georgetown y Rock Creek y en el CCT, se pueden encontrar muchos bancos para hacer pícnics improvisados.

Tiempo de recorrido: De 2 a 3 horas, dependiendo de las paradas.

— ELISABETH GOODRIDGE

 

Ginebra, Suiza

Esta es una ruta sencilla que te lleva por lo más típico de Ginebra, con una parada en la zona de las Naciones Unidas, un trayecto por un paseo a orillas de un lago y un rápido chapuzón y un recorrido por el centro histórico de la ciudad.

Desde la estación de tren de Cornavin, dirígete al norte por la calle de Montbrillant, con una pendiente suave, y entra en el corazón del distrito internacional de Ginebra. Date un tiempo para pasear por la plaza situada frente a la emblemática Silla Rota de la ciudad, justo delante de las oficinas principales de la ONU en Ginebra. Desde allí, baja hasta el sombreado y cuidado Parque Mon Repos y luego haz el paseo a orillas del lago del Quai Wilson; disfruta de las vistas del Mont Blanc en la distancia si el tiempo lo permite.

Atraviesa el puente Mont Blanc, en el extremo occidental del lago Lemán, y haz una pausa para fotografiar el famoso reloj de flores del Jardin Anglais. Desde allí, sigue por el lago y pasa por el Jet d’Eau, una fuente que dispara chorros a más de 120 metros de altura. A continuación, guarda la bicicleta y échate un chapuzón (o simplemente descansa en la arena) en la playa pública de Baby-Plage.

Para la última etapa, regresa a lo largo del lago y luego serpentea por el borde del centro histórico de Ginebra (la Vielle Ville) hasta la Plaine de Plainpalais, donde puedes contemplar una espeluznante estatua del monstruo de Frankenstein, quien, en la famosa novela de Mary Shelley, cometió un asesinato en este mismo tramo. Desde allí, un corto trayecto te regresa a la estación de tren.

Distancia: Unos 12 kilómetros.

Dificultad: Fácil; una subida moderada, pero por lo demás casi todo es plano o cuesta abajo.

¿Adecuada para niños? Los niños deben ser capaces de sortear el tráfico vehicular en algunos lugares.

Dónde comer/llenar tu botella de agua: La Buvette des Bains, a lo largo del quai Wilson.

Tiempo de recorrido: De 1 a 3 horas, dependiendo de las paradas.

— PAIGE McCLANAHAN

 

San Francisco, California

“The Wiggle” comenzó como un sendero a pie para los habitantes originales de San Francisco, la tribu ohlone. El camino ondulado que atraviesa el centro de la ciudad permite a los caminantes (y ahora a los ciclistas) eludir las legendarias colinas de la ciudad y disfrutar de un viaje en su mayor parte plano desde el centro hasta la brillante joya de la costa oeste, el parque Golden Gate.

Ya era un parque muy bueno para ir en bicicleta, pero los recientes esfuerzos de Car-Free JFK y otros han logrado cerrar la arteria central del parque, John F. Kennedy Drive, al tráfico de autos los siete días de la semana. Al recorrerla en bicicleta, es probable que compartas la carretera con una mezcla de ciclistas jubilados, patinadores preadolescentes y entusiastas discípulos de David Miles, mejor conocido como el “Padrino del Patinaje”.

Comienza en la estación BART de Civic Center, que conecta fácilmente con toda la zona de la Bahía. Toma la calle Market al suroeste hasta el Wiggle, que empieza en la Avenida Duboce detrás de una gran tienda Safeway ubicada en la esquina. Una vez que ingresas al parque si no te apetecen unos pretzels u otras comidas de gastroneta, sigue rumbo al sur por la Martin Luther King Jr. Drive, pasando frente al tributo AIDS Memorial Grove de modo que puedas acceder fácilmente a las tiendas y restaurantes de la Novena Avenida. El pho vegetariano picante en Sunflower Garden Vietnamese incluye trozos de setas de ostra rey y bastantes complementos jugosos y crocantes.

Otros favoritos de la Novena Avenida: una sucursal de la panadería cooperativa Arizmendi de Oakland, Green Apple Books y Ebisu Sushi.

Vuelve a ingresar al parque y toma la calle Stow Lake Friv alrededor del lago Stow y luego súbete al JFK Drive y vaga en paz por caminos sin autos y frente a un diseño paisajístico galardonado. De regreso, pedalea cuesta abajo hasta la calle Market por la calle Page, una vía designada como “calle lenta” que restringe el tránsito automotriz. Tu camino estará flanqueado por casas victorianas restauradas de todos colores y bares de barrio amables. Wholesome Bakery, con portabicicletas en el frente, tiene deliciosas tartaletas de fresa y brownies de chocolate para llevar a casa. De ahí son 10 minutos tranquilos de regreso a la estación BART u otros destinos del centro.

Distancia: Unos 13 kilómetros.

Dificultad: Fácil. Unos 85 metros de elevación máxima.

¿Adecuada para niños? Sí.

Dónde comer/llenar tu botella de agua: Bebederos públicos, Sunflower Garden Vietnamese, Arizmendi, Ebisu Sushi, Wholesome Bakery.

Tiempo de recorrido: 1-2 horas, dependiendo de las paradas.

— NINA F. ICHIKAWA

 

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